Cherry Chic presenta... El sur lo encontré en tus ojos

¡¡Bienvenido 2019!! Y no podía empezar mejor este nuevo año en el blog que con la presentación de la nueva novela de Cherry Chic que sale mañana mismo a la venta, El sur lo encontré en tus ojos.

Seguro que conoces a la autora por si serie Sin Mar (A la de tres te quiero, Y que te quedes, Tu maldita sonrisa, Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia y Tú tan refugio y yo tan a la deriva) cuyos personajes tantos buenos momentos nos han dado y con esta nueva novela da un paso más, sale en papel y estará en todas las librerías!

Para mí Cherry es muy especial y esta presentación me hace una ilusión especial porque maneja como nadie el arte de hacer reales a todos sus personajes. Si la sigues por redes puedes leer los chats que tiene la familia León de vez en cuando y que nos los acerca aún más, pasadas sus historias, siguen siendo "reales".

Estoy segura que estos nuevos personajes se quedarán con nosotras mucho tiempo. Será uno de los primeros libros del año que leamos y me atrevo a asegurar que será uno de nuestros preferidos. 

Vamos con la presentación!:

—Oye, jefa, una cosa. La muchacha esta, Sara se llama, ¿no?

—Sí. ¿Qué ocurre con ella?

—Nada, que estaba yo aquí preguntándome si crees que tendrá comida para nosotros preparada, porque es la hora propia para tomar un aperitivo, ¿no te parece?

Pongo los ojos en blanco y me río. Ay, esta Lola, mira que he sido yo quien le ha dado la vida, como quien dice, pero sus ganas de comer a todas horas me dejan anonadada.

—Ya está pidiendo comida, si es que no cambia, de verdad —dice Manu interrumpiéndola—. Jefa, yo lo único que quiero saber es si está soltera.

—No lo sé.

—¿Y tiene amigas solteras? —pregunta Dani.

—No lo sé, ¡pero eso no es lo importante! —Caminamos unos metros más hacia el punto de encuentro y me detengo para mirarlos a todos a los ojos muy seriamente—. Tenéis que comportaros, ¿entendéis? Es muy importante que esta presentación salga bien. —Ellos asienten pero, de todas formas, hago especial hincapié en Lola y Manu, que son los que más me preocupan—. Nada de ligotear. Nada de pedir comida. Nada de hacer el payaso por cualquier cosa.

—Pero ¿no se supone que tenemos que ser nosotros mismos? —pregunta Manu. Asiento y sigue—. Pues esta con el estómago vacío no es ella misma.

—Ni este sin hacer el tonto —dice Lola frunciendo el ceño y dándole un empujón a su amigo.

Él, mi prota de nombre encubierto, que ha permanecido callado hasta el momento, suelta un suspiro cansado y se pone en medio de los dos, pasando un brazo sobre los hombros de Lola, que se relaja en el acto, y mirando con seriedad a Manu.

—Haced el favor de obedecer a la jefa. Si alguno de los dos la caga, se las verá conmigo, ¿entendido?

—Eso no es justo. Ella es tu chica —protesta Manu.

—Entonces tú te la verás conmigo —dice Daniel.

—¡Eso ha sonado muy a novio! —se queja de nuevo Manu—. Y no soy tu novio, Daniel. A mí me van las tías.

—¡Y a mí! Me refería a que… Mira, déjalo.

—Haya paz —ruego—. Solo quiero que os portéis bien. Sonreíd, sed atentos y simpáticos y todo irá bien.

—Podemos ser simpáticos —dice Edu por primera vez.

Le sonrío y asiento. Estoy segura de que él puede. Los que me preocupan son otros.

Retomamos el camino y llegamos al portal que Sara nos ha indicado. Llamamos al portero y subimos. La puerta está entornada y, cuando nos recibe, lo hace con una sonrisa cordial y un plato de pastas en la mesa que Lola mira con una gula que me hace poner los ojos en blanco. Por Dios, como si llevara sin comer dos meses.

—Pasad, tenía ganas de conoceros.

—Y nosotros a ti, guapa —murmura Manu guiñándole un ojo.

—¿Esas pastas son para nosotros? —pregunta Lola.

Muy bien. No llevamos ni dos minutos aquí y ya han incumplido las normas que les he puesto. De verdad, conozco a críos con tres años, mi hija, sin ir más lejos, capaces de retener ordenes con más eficiencia.

—Hola, Sara. Encantado de conocerte.

Él clava sus ojos azules en ella y sé lo que piensa. Impone, cautiva, enamora. Así, solo con mirar, es el efecto que causa su mera presencia. Ella sonríe educada, carraspea un poco y ofrece el salón de su casa para que nos acomodemos.

—¿Y cómo va esto de la presentación? —pregunta entonces Dani.

—¿Podemos decir lo que queramos? —sigue Lola.

—No —respondo yo.

—Sí —dice Sara al mismo tiempo. Me mira, se ríe y se encoge de hombros—. Podéis contar lo que queráis acerca de vuestra historia. De qué va, dónde se desarrolla, lo que podemos esperar de vosotros…

—Se desarrolla en Málaga, de donde somos todos —contesta Lola—. Es la primera vez que la jefa utiliza una ubicación real para una novela, ¿a que sí, jefa?

—Porque somos mejores que el resto —dice Manu con socarronería.

—Que Julieta no te oiga decir eso —responde Edu—. O te puede arrancar la cabeza.

—No le tengo miedo.

—Mal hecho —respondo con suavidad y una sonrisa antes de mirar a Sara—. En mi canción más bonita ya usé ubicaciones reales y salía el sur, aunque no especificaba ciudad, pero es la primera vez que toda la novela se desarrolla en un mismo sitio. Es un pequeño homenaje a mi tierra, teniendo en cuenta que esta novela podrá encontrarse en todas las librerías de España. Es un pasito más en este sueño y que sea con esta novela me hace mucha ilusión.

—¿Qué podremos encontrar en vuestra historia? —pregunta Sara a Lola y a… a él.

—Amor —responde ella con una sonrisa.

—Confianza —sigue él mirándola con todo el significado del mundo en sus ojos azules.

—Amistad —sigue Dani.

—Familia —Edu se estira y toca la mano de su hermana con cariño.

—Risas —Manu se recoloca su jersey de flamencos y palmeras. Es muy veraniego él, aunque estemos en enero.

—Lágrimas —contesta Carmen, que ha estado callada hasta ahora.

—Odio esa parte —murmura Lola.

—Odiosa, pero necesaria —contesto con suavidad. 

Todos parecen estar de acuerdo, pero sé que esa parte de la historia aún les duele, así que sonrío y decido no hablar más de ello. Total, lxs lectorxs lo descubrirán todo en cuestión de días.

—En esta novela hay vida —le digo a Sara—. La vida de Lola, Manu, Dani, Edu, Carmen, Alexia y algunos personajes más, todos importantes y con una función que cumplir. Hay un amor que duele porque a veces las mejores cosas son las que más duelen. Hay amistad para sanar heridas profundas y familia, de sangre y de la otra, de la que se siente, aunque no comparta la misma sangre. Hay heridas abiertas y cicatrices frescas. Es una novela más en el mercado y, al mismo tiempo, es una novela única para mí. Fresca, pensada para arrancar sonrisas en días oscuros, pasar un buen rato y disfrutar. Con el propósito de alegrar, pero también de hacer sentir a quien esté dispuestx a sumergirse en sus páginas. No puedo decir mucho más, solo que espero que lxs lectorxs quieran darle una oportunidad.

—Qué bonito hablas, jefa —dice Lola con sus espectaculares ojos puestos en mí—. Normal que te dejemos ser la portavoz siempre.

Me río, agradezco a Sara la oportunidad de hacer la presentación en un rinconcito de su blog y pido a los chicos que se vayan despidiendo.

—¿Ya? Se me ha hecho supercorto —asegura Dani.

—A mí también, la verdad. —Él se levanta y besa las mejillas de Sara—. Ha sido un placer. En el sur tienes casa siempre que quieras.

—Eso por descontado —dice Lola—. Pero avisa antes, que compre comida de sobra.

Pongo los ojos en blanco, me río e insto a los chicos a que nos vayamos. Cuando salimos a la calle miro al cielo y un segundo más tarde a mis personajes, que se ríen de un tropezón que ha dado Manu. Pienso en todo el tiempo que ha pasado desde que acabé su historia, en lo mucho que me gustó escribirla, en lo que me costó despedirme y en la ilusión que siento al saber que verán mundo desde hoy mismo. Y en el miedo. Y en las esperanzas puestas en ellos. Y en todo lo vivido y lo que aún nos queda por vivir.

—¡Vamos, jefa! No podemos perder el tren para volver a casa. Quiero que vayamos a la playa a celebrar nuestro estreno.

Miro a Lola sonreír y sé que está nerviosa, pero no pierde el positivismo que la caracteriza, por eso asiento y corro. Tiene razón. No podemos perder el tren. Hoy empieza un viaje que puede traernos grandes cosas…

¿Qué te ha parecido? ¿Hay ganas de descubrir el sur de la mano de Lola y todo su mundo? Cuéntame!