martes, 30 de abril de 2019

¿Y si fuéramos nosotros?, Becky Albertalli y Adam Silvera

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Título: ¿Y si fuéramos nosotros?
Autores: Becky Albertalli y Adam Silvera
Género: juvenil
Editorial: Puck
Sinopsis:
Arthur está en Nueva York solo por el verano, pero si Broadway le ha enseñado algo es que el universo te puede enviar un impresionante romance cuando menos te lo esperas. Ben piensa que el universo debe ocuparse de sus propios asuntos. Si el universo lo apoyara, no estaría en camino a la oficina del correo llevando una caja con las pertenencias de su exnovio. Pero cuando Ben y Arthur se encuentran en el correo, ¿qué es exactamente lo que el universo les tiene reservado? Tal vez nada. Al fin y al cabo, se separan. 
Tal vez todo. Al fin y al cabo, se reúnen. 
Pero ¿qué sucede si no pueden lograr una primera cita exitosa… o una segunda… o una tercera? ¿Qué sucede si Arthur se esfuerza demasiado para hacerlo funcionar… y Ben no se esfuerza lo suficiente? 
¿Qué sucede si la vida no es realmente como una obra de Broadway? Pero ¿y si lo es?

Qué historia tan preciosa y sencilla y normal, me ha encantado y la recomiendo muchísimo. Una historia juvenil sobre un primer amor, un verano inolvidable en Nueva York que supone para Ben y Arthur un paso adelante en su proceso de madurez, sin mayores sobresaltos más que los propios de la edad, sin dramas excesivos, unos jóvenes normales, con sus cosas, que se enamoran. Además fue la historia que comentamos en el último club de lectura y analizamos cada escena, cada diálogo, cada reacción y te puedo decir que hubo una práctica unanimidad en reconocerlo como un libro necesario y maravilloso.

Una caja llena de recuerdos de una relación pasada es el elemento que une las vidas de Arthur y Ben. Este último está yendo a la oficina de correos para enviársela a su ex cuando se encuentra por casualidad con Arthur y comienzan a hablar. Una conversación casual pero llena de conexión que termina precipitadamente cuando Ben se vaya sin despedirse.

Arthur está pasando el verano en Nueva York de becario en el bufete donde trabaja su madre; se han mudado todos desde Georgia y confesó a sus amigos al final del curso que era gay. Todo siguió igual con Jesse e Ethan, solo que su mejor amigo parece rehuirle aunque su mejor amiga sigue comportándose como siempre. Arthur es un enamorado de los musicales, tiene muy claro que quiere ir a una buena universidad y cuando conoce a Ben decide que si el universo les ha unido una vez puede volver a hacerlo, así que pone un anuncio en una cafetería para encontrarle porque piensa que tendrá que darle un empujoncito al universo para que vuelva a hacer su magia.


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Por otro lado está Ben, el chico de ciudad que está atrapado en el instituto de verano porque estudiar no es lo suyo. Escribe ficción fantástica y desde que acabó su relación con Hudson su grupo de amigos está dividido porque Dylan también terminó con Harriet y ahora son dos grupos divididos cuando antes lo hacían todo juntos. La ruptura fue la gota que colmó el vaso porque lo cierto es que su relación tenía muchos altibajos. Por si fuera poco Ben acude a clase precisamente con Hudson y Harriet, y Dylan se ha enamorado, de nuevo, de una camarera por quien está decidido a ir a por todas.

El destino unió a estos dos chicos que tan poco tenían en común más allá de mucha conexión y es la decisión de Arthur y la casualidad las que juntarán de nuevo sus caminos. Las semanas que pasarán juntos están llenas de momentos especiales, referencias frikis, muchas primeras veces y sobre todo diálogos entre ellos que son fantásticos. Los momentos más cotidianos y los más extraordinarios, los miedos y las inseguridades, todo en un marco precioso, muy dinámico y con un reflejo real de los problemas que tienen que atravesar dos jóvenes a un paso de la universidad, como los de cualquiera, así como los relativos a su orientación sexual, porque aunque el conflicto no se centra en ello, sí hay alguna situación que te enfadará por cómo les sigue viendo una parte de la sociedad.

El final es simplemente impecable. Tiene que ser así y no hay más. Ya verás cuando lo leas. Sin duda seguiré leyendo a estos dos autores porque crean historias emocionantes desde la sencillez.

lunes, 29 de abril de 2019

Marta Cruces presenta... Amor en juego

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Hola! Hoy lunes, 29 de abril, sale a la venta una de las novedades de Phoebe para este mes, Amor en juego de Marta Cruces. Una historia que gira en torno al desarrollo de un videojuego y que pone en juego muchos elementos y mucha superación, sobre todo por parte de Dorian, que tendrá que poner de nuevo en primer plano un pasado reciente de lo más doloroso.

Os dejo con las palabras de la propia autora para presentar a sus personajes:


Antes de nada, me gustaría darle las gracias a Sara Lectora por cederme un espacio en su blog para que os presente lo que podéis encontrar en Amor en juego, la novela que publico con Phoebe el 29 de abril. Aunque escrito sea difícil de notar, os aseguro que estoy hasta nerviosa por esta oportunidad.

Lo cierto es que, aunque esta sea mi primera publicación en solitario y en papel, llevo toda la vida escribiendo y para mí todas las historias son como hijos. En Amor en juego vais a encontrar una historia de personas normales, más o menos afortunadas enfrentándose a problemas desagradables. Heridas del pasado o miedos del presente son los reyes de la trama de esta novela.


Dorian Wilson es el protagonista masculino. Si estuvierais en su mundo y entrarais en su página de Wikipedia sabríais que es el diseñador de videojuegos más joven de la historia, que sus aventuras gráficas son famosas por el particular sentido del humor y por unos personajes que no dejan indiferentes. También os daríais cuenta de que hace dos años que no hace ningún lanzamiento, ¿y esto por qué? ¿Qué es lo que mantiene a la gallina de los huevos de oro de Lunz Entertainment sin sacar nada adelante? Eso queda para otro momento y, después de todo, es sólo lo que se dice de él.

Porque Dorian es el chico de las camisetas con dibujos estampados, el de los vaqueros desgastados y al que le gustan las cafeteras italianas, por algo es el nieto preferido de su abuela. Su vida son los videojuegos desde siempre, sobre todo crear historias con las que la gente pueda disfrutar y adora pasar tiempo con su sobrino porque en sus ojos siempre se ve mejor de lo que realmente se siente, aunque cree que al pequeño Dan le interesa más robarle el móvil para jugar.


Y como protagonista femenina tenemos a Claire Redfern. Si le preguntaras a su jefe: ella es una de sus trabajadoras más eficaces en todos los sentidos, da igual lo difícil que sea el cliente que ella conseguirá sacarlo adelante. Su hermano adolescente Chris te diría que lo que más le gusta es ordenar lo de los demás y que su iPad es su Santo Grial. Y Emma, su mejor amiga, diría que es alguien que siempre puede aspirar a más.

Pero Claire lo único que quiere es disfrutar una taza de té mientras revisa su correo electrónico o pasarse por la tienda de Smallow para ver qué tiene de nuevo Ellen. Quizás su trabajo no la apasione, pero es suficiente para asegurar que Chris no tenga que pasar lo mismo que ella cuando tenga que elegir carrera.


Sus puntos de partida quizás no tienen nada que ver, pero lo cierto es que ambos están igual de perdidos y, aunque sus situaciones no se arreglarán como por arte de magia con la aparición del otro, sí que marcarán una diferencia. Contarán el uno con el otro.

En cuanto a la ambientación podéis suponer que Amor en juego transcurre en la actualidad y, además, se ubica en Los Ángeles, lo que no sorprende si sabéis que la ciudad es considerada la capital mundial de los videojuegos por amparar la paradigmática E3, la mayor convención de la industria y que reúne a más de 50.000 personas en su cita anual en el mes de junio. Os preguntaréis porqué os explico esto que puede que no os interese, pero la novela gira en torno a la creación y diseño de un videojuego, uno que debe llevarse a cabo antes de una fecha límite que es, precisamente, el E3.


Con este telón de fondo, Dorian y Claire se conocen y no os voy a decir que esta sea de esas novelas en las que los protagonistas son indiferentes el uno del otro, aunque tampoco se lanzan a la yugular en cuanto aparecen en escena. La verdad es que lo catalogaría como un slow-burn en el que los personajes van conociéndose y comprendiendo las heridas que ha dejado la vida en ellos.

¿Sabrán volver a confiar en abrirse a una persona completamente nueva y darse una oportunidad a sí mismos? Yo os adelanto que merecérselo se lo merecen, pero quizás el camino sea más empinado de lo que debería.

Para descubrirlo, espero que le deis una oportunidad a la novela.

¡Muchas gracias!

La semana que viene os traeré la reseña de esta novela, que ya habéis visto, con esta presentación, que pinta muy bien.
¿Qué os ha parecido? Contadme!

domingo, 28 de abril de 2019

Book Haul Abril


Hola! Abril vino y ya se va, un mes lleno de libros y este año con rosas y dragones que ha sido muy especial, así como los libros que se han incorporado a mis estanterías estas últimas semanas, ¿te cuento más?

La luz tras la ventana, Lucinda Riley: ya tengo tres títulos en bolsillo de esta autora que he ido consiguiendo poco a poco; las portadas de estas ediciones son preciosas y seguro que este es tan intenso como las historias de la serie de Las Siete Hermanas. 

El peso específico del amor, Federica Bosco: vi este libro en una librería de segunda mano y ya le tenía echado el ojo, así que no me costó mucho decidirme, ya os contaré!

Vivir en las nubes anuncia tormenta, Carolina Levi: he leído muchas opiniones muy buenas sobre esta historia, tiene pinta de ser una comedia muy entretenida así que espero poder ponerme con ella en breve.

Cuando vuelva a encontrarte, Mar Carrión: una romántica contemporánea sencilla, ambientada en Nueva York con una estructura que engancha. Sueños por cumplir pero con alguien que hará la vida imposible a Alice. 

¿Y si fuéramos nosotros? Becky Albertalli y Adam Silvera: una auténtica maravilla, tan sencilla y bonita que cuando la terminas solo puedes sonreír y acordarte de cada detalle del amor de verano entre Arthur y Ben. Fue el libro elegido para comentar en el último club de lectura y he de decir que estuvimos todas de acuerdo en recomendarlo mucho. La semana que viene estará la reseña.

Lo que queda de mí, Diana T. Scott: ambientación de hospital para estos internos que han tenido un pasado más que difícil pero que tienen un presente lleno de sueños por cumplir y obstáculos que superar.

A dos metros de ti, Rachael Lippincott: fue el libro que elegí para comprar el pasado día del libro porque las opiniones sobre esta historia han sido buenísimas. Estoy deseando emocionarme!

Mi jefe, Whitney G.: vuelve una de las reinas de la erótica y en este libro encontramos elementos ya vistos pero, desde luego, le da su toque. Recomiendo mucho a esta autora si quieres una lectura de alto voltaje. 

Palabras que caen como la lluvia, Caroline March: será una de mis siguientes lecturas porque estoy segura de que me emocionará tanto como Espérame en Nueva York. Os cuento. 

Pregúntame por qué eres tú, Alejandra Beneyto: qué pedazo de libro. Adoro la serie The New pero creo que esta historia es mi preferida. Si aún no has leído a Alejandra, no lo dudes más. 

La casa alemana, Annette Hess: una temática complicada pero necesaria, la culpa de la generación alemana posterior a los actores participantes de una u otra manera en el Holocausto. Muy recomendable. 

Amor en juego, Marta Cruces: es mi actual lectura y desde mañana estará disponible. Si quieres conocer un poco más a los protas, mañana presentación en el blog!

En la tormenta, Poppy García: una sinopsis la mar de interesante, será una de mis lecturas de principio del mes que viene así que os cuento qué me ha parecido en unos días.

Hasta aquí el mes, ¿qué tal fue el día 23? ¿Mucho botín? Cuéntame!

viernes, 26 de abril de 2019

Lo que queda de mí, Diana T. Scott

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Título: Lo que queda de mí
Autora: Diana T. Scott
Género: romántica contemporánea
Editorial: autopublicada
Sinopsis:
Si el mundo perfecto existiera, Ava y Sebastian estarían enamorados. Pero en este mundo los dos están muy bien vigilados por sus demonios. No llevan un equipaje ligero: Ava tiene el suyo cuidadosamente doblado en bolsas de vacío para ocupar el mínimo espacio posible, mientras que Sebastian lleva el suyo como una armadura de plomo que a veces le hace encorvarse bajo su peso. Aunque se gustan, ¿cómo van a llevarse sus respectivos demonios?
Ava se pasó media vida teniendo una gemela. Desde que su hermana murió, ha tratado de vivir por las dos, y rara vez se permite sentir el dolor que todavía sigue demasiado presente. Aunque Sebastian tiene unos años más, pospuso su residencia médica a causa de su propia tragedia. Ahora dedica su vida a vivir el presente, sin preguntarse jamás si podría haber algo más para él ahí fuera. Hasta que Ava llega y le muestra que, contra toda lógica, el dolor puede completarlos otra vez.

Esta historia me ha durado un suspiro porque el formato del libro en físico es muy cómodo y compacto y tienes unas horas de lectura sencilla con una pareja que ha tenido sus dramas en el pasado pero que afronta un presente con unos retos interesantes y en un entorno de lo más atrayente. Con un prólogo de lo más intenso donde Ava está en un quirófano y tiene una de las escenas más tiernas del libro para ir hacia atrás unos meses y vivir con ella el inicio de una etapa decisiva en su vida.

Ava comienza su residencia de medicina en Chicago con toda la ilusión del mundo pero también con cierto miedos porque tiene ante sí los años más decisivos de su vida, esos en los que tendrá que poner en práctica lo aprendido en la carrera y aprender cada día a desenvolverse en Urgencias. En los primeros días conocerá a los que serán su grupo de amigas y con las que forjará un vínculo muy fuerte que sostendrán inmumerables horas de guardia y un piso compartido que será su oasis.

El pasado de Ava no ha estado exento de drama, pues hace años que su hermana gemela falleció por una enfermedad, pero ese hecho, ese dolor que se permite sentir con más fuerza en determinados momentos, es algo que le acompaña siempre. Sus padres son un apoyo, pero siente que tiene que enfretarse al mundo sola desde los catorce años, pues su hermana siempre fue la más extrovertida de las dos; ella misma se sorprende cuando conecta tanto y tan bien con Emily y Paige, que junto con Miles, el chico del grupo, un año menor que ellas pero un cerebrito, conformarán su familia de elección.

También el primer día conocerá a Sebastian, algunos años mayor que ella pero tan solo uno por delante en la residencia. Este chico de apariencia seria, con tatuajes y moño, va a ser todo un misterio porque si bien nota que hay miradas y momentos de acercamiento, la mayoría del tiempo no logran tener una conversación que les desvele todo lo que quieren saber el uno del otro.

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Solo puedes llegar a intuir que Sebastian ha pasado por momentos muy difíciles, que cuando por fin se corroboran te dejan con el corazón encogido. También él cuenta con la amistad incondicional de Collin, quien ha estado para él en todo momento y que parece conocer a Emily, pues es amigo de su hermana Lana. Te adelanto que serán los protagonistas de la siguiente parte de la serie y que por el extracto que aparece al final de este libro promete mucho!

En general me ha parecido una historia sencilla y que si lo que estás buscando es un libro que huya de los dramas, puedes elegirlo sin problemas; sí que son muy complicados sus pasados y eso les afecta en el presente, pero el conflicto de la pareja es más bien sencillo y sobre todo, se resuelve muy rápido. Esa es una de las cosas que he visto más floja. Dos tercios de la novela se centran en Ava, la amistad con sus nuevos compañeros y la atracción que siente hacia Sebastian y solo es en el último tercio donde la trama avanza más en ese sentido, tienen conversaciones de calidad y si bien el conflicto es algo flojo, sí cumple su función.

Por otro lado y yendo más allá de la historia en sí, hay multitud de errores y faltas en el libro: ausencia de letras, por ejemplo, faltan muchas erres, palabras mal separadas al final de un renglón, contrucciones o palabras usadas que suenan raro en castellano. Tras comencom este tema con la autora me confirmó que una parte se debe a la maquetación de Amazon en papel, porque en digital no existen tales problemas. Es una pena porque hay momentos en que se dan muchos errores en varias páginas seguidas para después leer con tranquilidad la siguiente parte. Esto no es algo que señale casi en ningún momento porque erratas o faltas de ortografía se cuelan casi de forma irremediable, pero aquí, tenía que decirlo. 

Dejando a un lado esto, si eres fan de Anatamía de Grey esta historia te va a encantar, al igual que si disfrutas de historias sencillas que se van desarrollando sin prisa pero sin pausa y dejando los dramas en el pasado para vivir, por fin, de forma plena.
 

jueves, 25 de abril de 2019

Natalia Girón presenta...Mi dama de compañía

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Hola! Hoy os traigo una presentación de una novela romántica histórica, la primera en la sección. Una historia que, seguro te transportará a un tiempo pasado pero conservando toda la fuerza de sentimientos universales.

Natalia ha querido contarnos un poco más acerca de sus protagonistas, de la trama en la que se ven envueltos, de los secundarios y para conocerlos aún más de cerca, un fragmento.
Os dejo con sus palabras:



En “Mi dama de compañía” nos vamos a encontrar con una historia de venganza, odio, rencor, pero sobre todo, de crecimiento y amor. Muchas personas tenemos el inconveniente de no ser capaces de ver la verdad aunque nos la estén diciendo, nos aferrarnos a lo que nosotros creemos y nos nublamos, eso siempre nos trae muchos problemas. 

Edward y Nivill se quieren desde siempre, pero se tuvieron que separar de una forma rápida y muy dolorosa. Después de eso, la historia comienza pasados siete años en la que Edward se reencuentra con una joven que le recuerda demasiado a Nivill. Todo el amor que un día pudo tenerle ahora se ha convertido en odio y solo quiere venganza, sin la certeza de que esa joven llamada Jane, sea Niv Darcy. Para que podáis entender mejor la historia os diré que Edward es la personificación de orgullo y rencor. Le cuesta demasiado abrirse y dejar atrás el pasado. Es la parte que más ha sufrido y la que se agarra al odio por encima de todo, por eso su viaje es el más importante. En cambio, Nivill es más despierta, racional y brillante.

Si hablo de ellos tengo que hablar de los secundarios, porque son para mí van unidos. Y es que Charlotte y John son… unas piezas del puzle muy singulares y adorables. De verdad, que sin ellos “Mi dama de compañía” sería otra historia muy diferente. 

Para acabar y para que entendáis un poquito más la importancia de la novela para mí os diré que llevaba mucho tiempo pensando en escribir una historia solamente romántica, y encima histórica, porque me resulta más llamativo tener ciertos límites. La idea surgió sin más, porque en mi cabeza siempre hay miles de historias, pero empezar fue lo difícil. Algo nuevo, algo distinto a mi zona de confort, algo más real, algo con sus estándares, seguirlos y, sobre todo, acabar la novela con un resultado que me convenciera. 

Lector si te animas a leer a mi pequeña dama debo decirte algo. Ten en cuenta que solo quiero emocionarte y enseñarte formas nuevas de sentir. Es complicado, lo sé, pero ojalá pase.


<<—Todavía recuerdo la primera vez que me dijiste que te casarías conmigo. Estaba nervioso, me sudaban las manos —pasó un dedo por el agua dibujando el contorno de su pierna—. Sentía mi pulso en los oídos, lo cual era absurdo, porque nos queremos desde siempre. Te quería mientras me ignorabas, mientras comíamos juntos o mientras jugábamos de niños —llegó a su hombro y siguió subiendo por su cuello—. Te quería incluso cuando creciste y decidiste que mis tonterías ya no te interesaban, mientras me contabas tus aventuras y tus historias. ¿Pero sabes cuándo más te quise? —había llegado hasta su oreja y se acercó para susurrarle al oído— Aquella noche en la que me enteré de que te habías marchado —Niv tuvo que mirarle para cerciorarse que no era una broma—. La noticia fue un golpe tan fuerte que lo primero que pensé fue en cómo iba a sobrevivir sin ti. Ahí supe hasta dónde llegaban mis sentimientos, la necesidad que tenía de ti, la alegría que me aportabas y el amor que me estaba siendo arrebatado. Esa noche descubrí que, con todo el odio que sentía, te seguía amando.>>

Y para finalizar esta presentación, la sinopsis de la novela:

Un suceso hace que Nivill Darcy, la hija mayor de una familia muy importante de la sociedad británica, y Edward Wingfield se separen, con la intención de que sea para siempre.
Siete años no son suficientes para olvidar el pasado, más cuando el dolor y el rencor han alimentado a Edward, el actual duque de Richmond, todo ese tiempo. Para su desgracia, conoce a Jane Fairfax, la dama de compañía de la baronesa Delacroix, y su parecido con cierta mujer que le hirió en lo más profundo es asombroso.
Desde ese momento, solo pensará en destruirla, aunque el camino le lleve directo al infierno.
¿Conseguirá Edward olvidar el pasado sin arruinar sus vidas? ¿Podrá el amor ganar el poder a la venganza?

¿Qué te parece? Cuéntame!

miércoles, 24 de abril de 2019

Pregúntame por qué eres tú, Alejandra Beneyto

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Título: Pregúntame por qué eres tú
Autora: Alejandra Beneyto
Género: romántica contemporánea
Editorial: Autopublicado
Sinopsis:
Christina está casada con su trabajo como estudiante de doctorado. Christina conoce a Harry, que tiene en su mano la decisión de financiar su investigación. Harry es cautivado por Christina, y hará lo imposible por convencerla de que romper su regla de no involucrarse con nadie del mundo académico no es un error.Harry y Christina se acercan y se separan, pero él no dejará que las cosas se queden de esa manera.Paralelamente, Matt se encuentra con Kate. Kate no soporta a Matt y Matt pierde los papeles cuando ella está cerca. Pero tienen que trabajar juntos, a pesar de que las chispas que sueltan siempre que interactúan les quemen cada vez más. Y eso dará pie a más de un problema entre los dos.Las calles de Nueva York serán testigos de todo lo que ocurra. De cómo Harry tratará de derribar las defensas de una mujer como Christina. Del tira y afloja de Matt y Kate. De los domingos en The New, compartiendo la vida con su grupo de amigos. De cómo aprenden, crecen y se dejan llevar, hasta que los secretos que callaron saltan por los aires. Y la ecuación se desborda. Y llega el momento de averiguar el precio de dejar libre aquello que se ama… porque puede que nunca decida volver.

Llegamos al final, muchas horas en compañía de la pandilla que se reúne cada domingo en The New para merendar, que son un apoyo los unos para los otros y que ha sido un verdadero placer ir viendo cómo pasaban los mejores momentos de sus vidas, alegrarte por ellos y sufrir cuando tocaba bajar de la montaña rusa. Antes de comenzar esta reseña comentar que he leído las de los anteriores libros (Pregúntame si me importas parte 1 y parte 2 y Pregúntame quiénes somos) y si hay algo que tienen en común, la seña de identidad de la autora, es la profundad con la que caracteriza a cada historia, cómo desarrolla cada emoción y sentimiento y cómo integra a la perfección los detalles cotidianos con los momentos transcendentales. Todo esto, y mucho más, está en este libro. De verdad que ha sido espectacular y te digo que se va directo a la lista de mis mejores lecturas del año.

Solo faltaba conocer la historia de Christina y Matt, los dos últimos solteros del grupo de amigos y aquí tendrán su momento. Si bien es verdad que la historia de Christina y Harry tiene más peso, las intervenciones de Matt con Kate aportan, sobre todo al principio, ese tono más cómico a la tensión que se percibe entre los primeros. Serán Christina y Matt quienes te cuenten en primera persona los meses más decisivos de sus vidas pero hay dos capítulos absolutamente claves contados por Harry y Kate que te hacen emocionarte aún más.

Voy a comenzar hablando de Christina. Sin duda es la adicta al trabajo por excelencia, está haciendo el doctorado y su tutora es una profesora a la que admira y que ha ido consiguiendo, con mucho trabajo, que la considere su mano derecha. La asistencia a un congreso y la reunión con una farmecéutica que puede tener la clave para llevar a cabo una investigación en la que están trabajando será el pistoletazo de salida para experimentar la pasión más desmedida de su vida. Será allí donde conozca a Harry, miembro de la junta de dicha farmacéutica y a quien no quiere ni acercarse porque ella nunca, jamás, se ha liado con nadie de su entorno laboral.

¿Qué pasa cuando Harry, el hombre con un éxito meteórico a sus apenas 30 años se pone un objetivo? Que no para hasta alcanzarlo. Y desde que conoce a Christina, hacia quien tiene sus reticencias en la exposición debido a su juventud y siente que la tensión puede cortarse, le propondrá que la semana del congreso sea una excepción. La verdad es que Christina intenta resistirse, pero es complicado cuando "el doctor Encanto", apodo que le pondrán sus amigas cuando les cuente su historia, saca toda su artillería de flirteo y seducción.

Lo que tenía que haberse quedado en una aventura dará paso a una situación más complicada cuando Harry se traslade a Nueva York para seguir de cerca la investigación y Christina se vea desbordada por esa atracción. Comienzan así unas semanas muy intensas pero no todo será felicidad porque nunca adivinarías cómo el pasado de Harry puede llegar a afectarles hasta el punto de poder destrozarles sin remedio. 

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Por otro lado está Matt, el tipo divertido y desenfadado que siempre ha tenido rollos de una noche, como su amiga Christina, y que jamás se habría planteado una relación seria. Después de una salida precipitada de su antigua empresa recala en la actual y tras dos meses de ese comienzo su equipo aumenta con dos nuevos fichajes. ¿Lo has adivinado? Sí, uno de ellos es Kate. Las primeras escenas juntos son delirantes, de carcajada por el malentendido y a partir de entonces las contiendas verbales serán algo usual en la dinámica de su relación. No parecen encontrar puntos en común y todo se lo rebaten, pero lo que empezó siendo algo molesto se tornará en algo que anhelar.

Su relación no tendría por qué haber sufrido el menos altibajo, ambos están solteros y dejan claros los términos de su relación, pero, igual que con Harry, el pasado de Kate influye en su presente y será un condicionante clave en su futuro.

Será una noche de tormenta en el otoño neoyorkino la que será testigo de esa decisión por parte de cada uno de los protagonistas de seguir adelante por un camino que resultará placentero pero peligroso para sus sentimientos cuando todo estalle. Un punto de no retorno en el que se involucrarán hasta tal punto y sus emociones serán tan intensas y novedosas que no les quedará más remedio que hacerlas frente de la mejor manera posible.

El conflicto de cada pareja es totalmente distinto, sus reacciones, de igual manera, responden al modo particular de ver la vida, pero hay mucha valentía, mucha conciencia de hacer lo que creen mejor y llegado el momento, abrir los ojos y pelear. No quiero contarte mucho sobre esto, a mí me sorprendió y creo que es lo mejor del libro, no saber a dónde se dirigen y, por supuesto, ver cómo lo resuelven. Todo esto se desarrolla a lo largo de los meses, hecho que se repite en los libros anteriores y que, de nuevo, le da verosimilitud a toda la historia. Cada escena lleva a otra, cada diálogo está cuidado, se crean guiños propios entre ellos y te puedo decir que el libro ha acabado lleno de posits que marcaban hecho importantes.

Sin duda ninguna te recomiendo muchísimo esta serie y a esta autora. Los libros pueden leerse de manera independiente porque prácticamente las historias ocurren de manera simultánea y cada una se desarrolla en su propio libro. Si aún no conoces a Olivia, Clare, Neal, Christina y Matt apuesta por ellos, seguro que entrarán a formar parte de tu familia literaria.

miércoles, 17 de abril de 2019

Leer, viajar, estar vivos, Pepa Calero

leer-viajar-estar-vivos-pepa-caleroTítulo: Leer, viajar, estar vivos
Autora: Pepa Calero
Género: ensayo viajes
Editorial: Casiopea
Sinopsis:
Este libro describe viajes literarios, pequeñas odiseas, geografías de ciudades poéticas. Viena, Trieste, Varsovia, Budapest, Praga, Salzburgo, Berlín, Lisboa, Tánger y la hermosa librería Lello & Irmao en Oporto. Una obra que habla de escritores, personajes, paisajes. De viajar lento. Del gozo de descubrir que son las personas las que dan sentido al viaje… Viajar para escribir, aprender, experimentar. Soñar. Viajar para mostrar que todas las ciudades se parecen, que todos los lectores, todos los viajeros caminan detrás de un sueño: Leer, viajar, estar vivos.

Hoy te hablo de un libro diferente, no es una novela pero está a medio camino entre una guía de viajes y un libro de autodescubrimiento, sin duda, un texto que te hace encontrarte con ese sentimiento de curiosidad, de aventura, de admiración por autores de referencia y sobre todo con lanzarse a hacer lo que a uno más le gusta.

La autora de este libro comienza con unas reflexiones muy interesantes precisamente sobre eso, sobre atreverse, estando sola, a viajar, que es una de sus pasiones, y dotará a cada viaje de un hilo conductor relacionado con sus autores y obras favoritos. De esta manera viajará por algunas de las ciudades europeas más literarias tras sus pasos y los de sus personajes.

<<Dicen que el primer viajero es el lector. Desde niña, he visitado ciudades invisibles, el mundo de ayer, las ciudades blancas. Mi pequeño refugio, mi gozo intelectual, emocional: los libros. Los libros definen mi vida. (...) Me hicieron libre. Mi pasión por la literatura me llevó a ordenar lo desordenado, comprender la vida, inteligible, indescifrable, imprevisible. Entender el mundo y llegar a amarlo. Todo un reto del que nunca salgo indemne.>>

Aunque no tengas a estos escritores como referentes sí puedes reconocer en ti misma esa ilusión de descubrir calles, plazas, monumentos, cafés, librerías, que aparecen en tus novelas preferidas. Esa emoción la transmite en cada una de sus crónicas, que ya te digo, puede funcionar este libro como una guía de ciudades como Viena, Praga, Berlín, Varsovia o Lisboa.

La narración tiene un tono íntimo, va intercalando fragmentos de las obras cuyos autores vivieron o escribieron en las ciudades en las que está y eso enriquece la lectura de este libro que no es muy extenso en páginas pero sí en vivencias. Tiene una primera parte donde te pone en situación, cuenta un poco las dificultades que ha tenido para viajar sola, superando, ante todo, las barreras mentales autoimpuestas, y una vez en los destinos, disfrutar de cada rincón incluso perderse para encontrarse a muchos niveles.

<< La juventud, tiempo de mochilas y escapadas por el mundo, no tenían nada que ver conmigo. Nunca había viajado sola. Me hallaba en la madurez y no había muchas opciones. O viajaba conmigo misma o me quedaba en casa tejiendo y destejiendo el anhelo de explorar.>>

En una segunda parte va haciendo un repaso de varias ciudades Europeas más Tánger, donde está unos pocos días en cada lugar y vive sus calles, sus cafés, ríos, gentes, anotando ideas y pensamientos que decidió dar forma para crear esta obra.

¿Serías capaz de emular a la autora y viajar contigo misma por tus lugares más literarios? Cuéntame! 

martes, 16 de abril de 2019

Marisa Sicilia presenta... Lo que arriesgué por ti

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Hola! En tan solo una semana ya estará disponible en papel la historia de Dmitri, un personaje que conocimos en Nadina y que tantas luces y sombras nos pareció que tenía llegará con su propia historia dispuesto a redimirse y conquistarnos. Si no podéis esperar ni un minuto más después de leer el comienzo de la novela a continuar con ella, mañana mismo, 17 de abril, estará disponible en digital!!

Quiero agradecer a Marisa, primero, estas historias tan intensas cargadas de matices y con unos personajes inolvidables y, segundo, la oportunidad de publicar el primer capítulo de Lo que arriesgué por ti para ir poniéndonos en situación y aplacar un poco las ganas de que llegue el día 24.

Aquí os dejo, pues, con el inicio de la historia de Dimitri:



C A P Í T U L O  1

El cielo es gris porque aún no ha amanecido, pero no se trata solo de la luz. Todo cuanto le rodea tiene el mismo tono áspero y apagado, las calles arrasadas, los edificios desmoronados tras años de guerra. No hay el menor rastro de vegetación y ni los mismos pájaros se atreven a quebrar el manto de silencio que envuelve Grozni.
Avanza con paso rápido a pesar de la sensación de peligro que sobrevuela el ambiente. El ataque podría llegar en cualquier momento, desde detrás de los restos del coche incendiado o a través de las sombras de una ventana. Nota el peso del Kalashnikov entre las manos y se siente algo más seguro.
El lugar aparece al doblar una esquina. Vuelve a experimentar la misma intranquilizadora desazón y se gira para comprobar que nadie le sigue. El paisaje está inmovilizado, es una foto fija de la destrucción, y al contemplarlo le asalta cierta sensación de irrealidad, la seguridad de que se halla en un territorio al margen de la lógica o la cordura.
Se acerca a la puerta improvisada. Un tablón sin cerradura ni bisagras resguarda dos habitaciones milagrosamente intactas en un edificio con los forjados perforados por las bombas de racimo arrojadas por la aviación.
—Adelante, adelante —repite una voz desde el interior.
Hay una mujer recostada sobre un sofá. Un gato escuálido salta de su regazo. Eriza el lomo y le enfrenta agresivo. Ya ha ocurrido otras veces. Ese gato le odia, le sacaría los ojos si pudiera. Ha visto con demasiada frecuencia el rencor en los rostros de los vencidos como para no reconocerlo. Las miradas de quienes se ensañarían a conciencia con su cuerpo, lo acribillarían, lo despellejarían vivo, le harían pedazos si tan solo les diese la más mínima oportunidad.
—Te esperaba.
El aspecto de la mujer es avejentado. Tiene el pelo gris, ralo y sucio. Hace meses que no se lava. Está la mayor parte del tiempo ebria. Y con todo, es lo mejor que ha conseguido encontrar.
—¿Ha ido bien? ¿Algún problema?
—Ningún problema. Pasa, entra a verla. No ha salido en todo el día. Ha sido una buena chica, muy buena.
—¿Seguro? ¿No ha salido? ¿En todo el día? —pregunta con una mirada gélida, avasalladora. Le sale sin dificultad. Aprendió el gesto al entrar en el Ejército y lo ha ido perfeccionando desde entonces. Le fue útil para sobrevivir a los entrenamientos y a los camaradas no amistosos, para sobrevivir a la guerra. Para sobrevivir.
—Seguro. No se ha movido de la habitación. —Lo dice convencida, pero todo lo que hace es beber vodka y dormir. ¿Cómo va a saber lo que ocurre durante las horas que pasa inconsciente?
Avanza hacia el interior y el gato enarca el lomo y bufa aún más hostil. El pelaje negro de punta y los ojos convertidos en inquietantes ascuas amarillas.
—Ocúpate de ese animal o lo haré yo —dice en un tono que no deja lugar a dudas acerca de sus intenciones.
La mujer se apresura a cogerlo. El animal se revuelve, lucha por liberarse y le araña el pecho. Ella trata de apaciguarlo y no lo suelta a pesar de las uñas clavadas en la piel.
—Es un amigo, Misha. Un amigo.
Se le ocurre que lo mejor que la mujer podría hacer con ese gato es buscar un pozo y arrojarlo dentro, pero ¿quién es él para juzgar los afectos de otros?
—Vete. Y llévatelo —ordena, y le da unos pocos rublos que la mujer guarda entre sus senos marchitos.
—Vamos, Misha. Daremos un paseo —dice antes de abandonar su refugio para enfrentarse a la madrugada espectral de Grozni. Usará el dinero para comprar alcohol y, si alguien intenta robárselo, no solo tendrá que lidiar con ella, también deberá enfrentarse a Misha.
Se queda solo y la vista se le va hacia la puerta de la única otra habitación. Empuja la hoja y la atmósfera cambia. Es algo tangible. Está oscuro, no hay ventanas, pero la temperatura es más cálida y en el aire flota un perfume débil, dulce, un hálito que se le impregna en la piel. Lo atrae sin remedio.
Guarda silencio y no tarda en distinguir una respiración baja e intranquila. El pulso se le acelera y un nombre brota de sus labios.
—Nadina…
Ahora la ve con claridad y el corazón se le queda en pausa. No da signos de haber escuchado, duerme profundamente, cubierta con una sábana que la cubre solo a medias.
Apoya el Kalashnikov contra la pared, se sienta al borde de la cama y la observa. Ella se agita en sueños. El pelo húmedo por el sudor se le pega a la frente. Hace poco que se lo ha cortado. Ocurrió justo después de que le dijera lo mucho que le gustaba cuando se lo dejaba suelto, así que evitó decirle que estaba incluso más bonita así, con el pelo corto como el de un chico.
La quiere de un modo que no consigue entender, contra toda lógica, con una fuerza que lastima, con el convencimiento feroz e irracional de que debe cuidar de ella. Por eso también soporta sus arañazos, sus ataques de pánico, las crisis de llanto; la sostiene para que no caiga cuando se asoma al abismo que amenaza con tragarse a ambos.
—¿Cuánto llevas ahí?
Y la desea aún con mayor intensidad de la que la ama.
Ha despertado y lo mira como si hubiese hecho algo sucio, aunque ni siquiera se ha atrevido a rozarla. Pero con frecuencia tiene la sensación de que Nadina adivina sus pensamientos y con eso es más que suficiente.
Lucha por no dejarse distraer. A menudo juegan a ese juego y es ella la que vence. No va a dejar que lo haga esta vez. Coge la mochila y saca un paquete del interior.
—Muy poco. Acabo de llegar. Iba a despertarte. Te he traído comida.
—No quiero nada. Llévatelo.
Se da la vuelta y arrastra consigo la sábana. La espalda —y más allá de la espalda— queda al descubierto. Duerme desnuda. Las únicas prendas que posee son las que lava antes de acostarse. Ha tratado de ocuparse de eso, pero no es nada fácil conseguir ropa interior de mujer en Grozni.
—¿Estás segura de que no quieres probarlo?
Tiene que ser paciente, tentarla.
—Está bien, me lo comeré yo. —Desenvuelve el paquete y le da un bocado a un muslo de pollo frío.
No hay respuesta.
—También he traído dulces.
Solo tarda un par de segundos en girarse.
—¿Qué dulces?
—Míralo tú misma.
Se incorpora sujetando la sábana contra el pecho y descubre el bollo relleno de crema.
—¿Está blando?
—Está recién hecho. Lo he robado del comedor de los oficiales.
Sonríe y Nadina también lo hace. Le calienta el corazón verla sonreír, pero le sujeta la mano cuando intenta coger el bollo.
—Aún no. Antes debes comer algo.
Hace un gesto de fastidio, pero no discute. Se sienta sobre la cama, coge un pedazo de pollo, le da un bocado y lo mastica con lentitud. Él no le quita la vista de encima. Ella lo nota. Le devuelve una mirada turbia, procaz, y deja caer la sábana.
—¿Contento?
Exhibe su cuerpo sin el menor pudor. Le provoca. Lo hace todo el tiempo, aunque no los primeros días. Los primeros días no dejaba que la tocara, huía cuando se acercaba y no permitía que se ocupara de ella. Cuando perdió a su familia por su culpa —eso fue lo que le gritó: «Tú, tú los has matado, tú has dejado que mueran»—, Nadina ni tan siquiera soportaba su presencia. Cuando la encontró drogada y sin sentido y le buscó un refugio para que no la destrozaran las alimañas que poblaban Grozni, ella aseguró que no le perdonaría nunca. Y cuando se puso violento y le gritó que era estúpida y la presionó para que le dijese cómo había conseguido el dinero con el que comprar la droga, ella le gritó a su vez y le explicó con todo detalle cómo había dejado que se la follara aquel tipo y luego le escupió que lo prefería, prefería a cualquiera antes que a él.
—Tápate.
Se ríe y se exhibe aún más. Adopta una postura obscena. Abre las piernas. La pose lasciva, abandonada, los senos despuntando, el vello púbico señalando el camino. Tiene el pedazo de pollo en una mano y la otra entre los muslos. Saca la lengua y hace un gesto vulgar. Lo hace como si fuese una broma, como si se burlase.
No sabe si Nadina alcanza a entrever la fuerza del deseo que provoca en él o si lo subestima.
Ojalá fuese lo segundo.
—¿No es esto lo que quieres?
Se abalanza sobre ella. La comida cae encima de la cama y ya no le importa si se alimenta en condiciones, le da igual si le manipula o si desearía más que ninguna otra cosa verlo muerto.
La besa como si fuera él quien llevase días sin comer y Nadina lo único que puede saciarle. La ama más que a cualquier otra persona u objeto por el que haya podido albergar amor, cariño o deseo a lo largo y ancho de su vida. Pero no tarda en notar su tensión. Y lo odia. Odia sentirla así: rígida, ausente, recordándole que no es más que un invasor y nunca será bienvenido.
Se obliga a frenarse, se esfuerza por llevarla a su terreno. Sabe cómo hacerlo, cómo hacer gemir de placer a una mujer, cómo conquistar a Nadina.
Succiona los brotes rosados de sus senos, toma posesión de su boca, devora su sexo. Ella se derrite, se vuelve dúctil y maleable, sensible a sus caricias. Suspira, se retuerce y gime.
El deseo es enloquecedor, absoluto. Necesita aplacarlo. No se quita el uniforme, solo libera la abertura del pantalón y la atrae con fuerza.
Nadina se queja con un gemido ronco. Le preocupa ser demasiado grande para ella, que es pequeña y estrecha, pero lo olvida, igual que lo olvidó la primera vez, cuando lo despertó en medio de la noche y le pidió que la dejase dormir junto a él y se acostó a su lado desnuda y temblando.
La ve cerrar los puños y morderse con fuerza los labios. Él la besa, murmura palabras apresuradas y dulces: «mi pequeña», «mi vida», «mi amor», «Nadezhna», «Nadezhna».
Ella suplica, le ruega:
—No me dejes. No te marches tú también.
—No te dejaré. Te sacaré de aquí. Nos iremos lejos.
Se lo ha prometido. Va a llevársela de esa habitación inmunda, de esa ciudad arrasada y maldita. Va a hacerla feliz. No importa lo que tenga que hacer para conseguirlo. Ha elegido un partido y lo sacrificará todo para entregárselo, para conseguir su perdón, para que también lo ame.
—¿Cuándo? —solloza mientras él toma una de sus piernas por debajo de la rodilla, la eleva y la abre para entrar más profundamente, todavía más, en ella.
—Pronto, muy pronto.
Su expresión refleja a un tiempo éxtasis y tormento. Nadina abre la boca, inclina la cabeza hacia atrás, deja todo el cuello expuesto. Tan delicada y frágil. La visión le perturba, le bloquea.
Apenas se resiste. Las manos se le van sin querer. Necesita acariciarla, hacerla suya, recuperarla. Ella deja escapar un quejido suave, se estremece, abre los ojos, sus grandes ojos oscuros, y se lo pide.
—Hazlo. Hazlo ahora. Sácame de aquí.
La realidad pierde consistencia. El aviso de alerta retorna, suena una y otra vez. ¿Por qué está allí? ¿Por qué ha regresado a ese lugar? Ya es tarde para rectificar. Debería haber prestado atención antes.
—Olvídalo.
Se aparta, pero Nadina le sujeta, le toma las manos y las coloca en torno a su cuello.
—Estará bien. Solo un poco. Tú sabes cómo.
Tiene razón, lo sabe, ha ocurrido más veces. Puede adivinar lo que sucederá después, lo que dirá. «Un poco más. Solo un poco más».
—Confío en ti. Sé que no me harás daño. Lo prometiste. Por favor.
Su piel cálida, su tono suplicante: «Por favor, por favor…».
Y es tan tentador, tan fácil ceder. Se ve haciéndolo. Estrecha su cuello, siente latir su vida en sus manos, reconoce el estremecimiento, la agonía, el vértigo, la lucha desesperada por tomar aire. Si se equivocase, si tan solo soltase un segundo tarde…
Sus ojos están vidriados. Lágrimas de rímel mojan sus pestañas.
—Hazlo, Dima. Hazlo de una vez. Acaba con esto.
Y ambos conocen la verdad, que en el fondo ella le aborrece y que en aquel instante él siente lo mismo hacia ella. Odia que le arrastre hasta ese punto, que le mienta. «Confío en ti». Mentira. Mentira. Mentira.
Cierra los ojos para no verla y sus manos se crispan alrededor de su garganta. Espera su lucha, su intento inútil por desasirse, pero no es Nadina quien trata de liberarse. Es su propio cuerpo el que se tensa, son sus pulmones los que se cierran, es a él a quien le falta el aire, quien se ahoga desesperado.
Y aunque no duda de que lo merece, reconoce algo más.
No quiere. No va a rendirse. Tampoco va a abandonar esta vez.

¿Qué te ha parecido? Cuéntame! Y antes de acabar, por si fuera poco, os dejo con el booktrailer: