domingo, 12 de enero de 2020

Susanna Herrero presenta... El chico de la última fila




Hola! Primera presentación del 2020 y vuelve la sección con mucha fuerza de la mano de Susanna y su fantástica serie Cabana. El próximo 15 de enero estará disponible en digital este segundo libro de la serie, el de Hugo y desde hace solo unos días ya se puede conseguir en papel en Amazon, así que, seguramente, ya esté en camino de las casas de muchas de vosotras. 

De momento, os voy a dejar con una entrevista de la benjamina de la familia, Priscila, que se ha puesto en el papel de periodista seria y ha ido a entrevistar ni más ni menos que a Dylan Carbonell... ay, Dylan, la de suspiros que arrancas!! 

Os recuerdo que cada libro que compone la serie es autoconclusivo, corresponde a uno de los hermanos Cabana. Justo pudimos conocer a la pequeña en el primero, Aquel último verano, y también un poco de la historia de todo el clan Cabana. Mi recomendación es que los leas en orden porque se van contando cosillas de todos ellos y si los lees desordenados puedes toparte con algún spoiler.

Dicho esto, os dejo con Priscila:



Hola a todos, mi nombre es Priscila Cabana y estoy a punto de entrevistar a Dylan Carbonell, el cantante de rock del momento. No es el tipo de contenido que realizo para el periódico en el que trabajo, pero le he comentado a mi jefe que se me ha presentado la oportunidad de entrevistarlo y no ha podido decirme que no. A ver, ¡que es Dylan Carbonell! Lleva años llenando estadios gracias a su música y a sus letras. A su manera de moverse y a su presencia. Es uno de los hombres más guapos y deseados del mundo según las revistas del panorama nacional e internacional y yo muero de las ganas y de la emoción; es uno de mis cantantes favoritos.

—Intenta que sea profesional la entrevista, Jaime —le digo a mi mejor amigo y compañero de curro; va a acompañarme y a hacer un boceto del rostro de Dylan para que podamos incluirlo en la tira cómica en la que ambos trabajamos, él es el dibujante—, hemos venido en calidad de periodistas serios.

—¿Qué me estás queriendo decir, Cabana? —me responde con la ceja arqueada.

—Que no le digas lo bueno que está.

—Es que está muy bueno.

—Ya, pero no se lo digas. Nosotros, profesionales hasta el final, ¿OK?

—OK. Yo soy todo profesionalidad.

—Bien. Ay, mira, ¡ahí viene!

Dejo de aplaudir con las manos de la emoción en cuanto Dylan hace acto de presencia. Y menudo acto de presencia. Es verdad eso que dicen de que las personas atractivas lo son aun más en persona. Madre mía, este chico es guapísimo. Atrayente hasta decir basta. Incluso su manera de andar y de moverse atrae. Es magnetismo puro. Y menudo par de ojos. Si me dicen que es un brujo que encandila con esa mirada, que es una mezcla entre un azul y un verde clarísimos, me lo creo.

Jaime y yo nos acercamos a darle dos besos a modo de saludo y entonces él sonríe.

—Estás mucho más bueno en persona que en la tele —le digo. A ver, no he podido callármelo. Jaime me da una patada nada disimulada, pero yo lo ignoro. Aquí la que lleva la batuta de la entrevista soy yo.

—Gracias, Priscila Cabana, es un honor viniendo de ti —me contesta él con otra sonrisa enorme. Menudo camelador está hecho. Y la forma en la que ha pronunciado mi apellido… ahí ha habido algo. Os lo digo yo que tengo un sexto sentido—. ¿En tu familia tenéis todos los mismos gustos?

—Mmm… la verdad es que no. Cada hermano parecemos de un padre y una madre diferentes.

—Eso me parecía.

No entiendo muy bien su comentario, pero tampoco me importa. A ver, que diga lo que le dé la gana. ¡Es Dylan Carbonell!

Nos sentamos, Jaime y yo en un lado del sofá, bien juntitos, como siempre, y Dylan en la silla de enfrente, saco la grabadora del bolsillo y da comienzo la entrevista.

—¿Te importa si hago un dibujo de tu rostro? —le pregunta Jaime con educación. Pues sí que se ha puesto en modo profesional—. Es para incluirlo en la tira cómica del periódico.

—Para nada.

—¿Cuál es tu perfil bueno?

—Ambos.

Yo sonrío por la rotundidad de la respuesta y él me guiña un ojo. Qué ideal es.

—Primera pregunta, Dylan. ¿Hacía quién van dirigidas tus canciones? La letra es intensa y muy personalizada hacia… algo o alguien.

—Me temo que no puedo contestarte a eso, pequeña Cabana: es mi secreto mejor guardado.

—¿No lo sabe nadie?

—No. Nadie.

—¿Las compones todas tú?

—Sí.

—Perteneces al mundo de la música prácticamente desde tu nacimiento, dicen que tu oído es prodigioso. Único. Dicen que eres el Mozart del siglo en que vivimos.

Dylan tuerce el morro y se le enturbia la mirada, ha durado solo un segundo y enseguida ha recuperado su sonrisa de revista, pero he podido verlo.

—Eso dicen —me contesta escueto. Demasiado escueto para lo que es él.

Cruzo una mirada con Jaime, que ha levantado la vista del papel, y decido cambiar el rumbo de la entrevista.

—Has conocido a mi hermano Hugo.

Dylan me mira con intensidad y tarda en contestar.

—Sí —afirma por fin con otra sonrisa, una diferente a la de antes, una que no es de revista, una ¿verdadera?—, he conocido a tu hermano Hugo.

—Acudió al backstage después de tu último concierto gracias a una de sus amigas.

—Desconozco la historia de cómo llegó hasta mí. Pero llegó.

—Cuéntanos algo más.

—¿Sobre tu hermano?

—Ajá. Sobre vuestro encuentro. No te creerías lo que solía decir Hugo cuando sonaba una canción tuya en la radio. Aluciné cuando unos meses atrás me dijo que tenía entradas para un concierto tuyo.

—De tu hermano me lo creo todo. Es un puto borde. ¿Qué decía?

—No, no, no. Si te lo digo, me mata.

Dylan apoya los codos en sus rodillas y vuelve a mirarme con intensidad.

—Vamos, Pris —me dice meloso—, cuéntamelo al oído.

No puedo resistirme. ¿Quién podría? Me levanto del sofá y me acerco a él. Le susurro la respuesta al oído. Dylan rompe a reír a carcajadas en cuanto las palabras salen de mi boca.

—Qué cabrón. Gracias por la información, Priscila, me será muy útil. No os creeríais vosotros cuáles fueron sus primeras palabras hacia mí.

—¿Cuáles fueron?

—Pregúntaselo a él.

—¿Qué? ¡No! No nos puedes dejar así. ¡Cuéntanoslo!

Dylan me guiña el ojo de nuevo y se levanta de la silla.

—Ha sido un placer, pequeña Cabana, saluda a tu hermano de mi parte.

¿Qué me decís? Desde luego, Hugo y Dylan van a protagonizar una de las historias de la temporada, ¿estáis de acuerdo conmigo? Contadme!

Ah, una última sorpresa... El booktráiler!


1 comentario:

  1. ¡Hola! Tiene muy buena pinta pero tendría que leer el primero

    Un beso

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