martes, 10 de noviembre de 2020

Abril Camino presenta... Londres contigo

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Hola! Ya os comenté que habría muchas presentaciones de historias bonitas y aquí está la de Abril Camino, de nuevo con una entrada muy musical, donde las canciones casi se convierten en protagonistas junto con Laura y Jaime. 


En su nueva novela, Londres contigo, viviremos juntos a ellos momentos bonitos e intensos a los que nos tiene acostumbrado la autora, seguro, esta vez en la capital británica. Mientras esperamos que salga a la venta el 12 de noviembre, ¿ponemos música al martes?

 

Londres contigo es música. Es una novela que no tiene capítulos, tiene pistas. Es la historia de una mujer que no se ha enamorado nunca, porque todo su corazón está ocupado por la música. Es la historia de un hombre que cree que ya no puede enamorarse, hasta que lo hace de una voz. Londres contigo son cuarenta canciones que articulan la trama y trece más que suenan de fondo. Estas son las más importantes, de las pocas que os puedo hablar sin spoilers:

 

Sweet Child O’Mine, de Guns’N’Roses, en la versión de Sheryl Crow

Con ella se abre la historia, es el tema que domina el prólogo. Es la primera canción que Jamie escuchó tocar a Laura en ese rincón de la estación de St Paul’s donde ella se gana la vida con su guitarra y su voz. Él lo recuerda así:

 


«La escuché porque no podía no hacerlo. Mi mirada se quedó fija en ella porque no dejaba de preguntarme si aquel era su primer día tocando en el metro o yo había estado tan ensimismado en mis propios asuntos que no había reparado nunca en ella. Habría apostado la cabeza a que era la primera opción. A que aquella chica no habría podido pasar desapercibida en ningún lugar. Ni siquiera en una oscura estación de metro demasiado llena de trajes de firma y demasiado desprovista de alma».

 

 

Brown Eyed Girl, de Van Morrison

Laura la canta en un día duro, en una tarde de Navidad en que le pesan las ausencias. Para Jamie tampoco ha sido una jornada fácil, pero la música se convierte en alivio:

 


«Laura canta Brown Eyed Girl, de Van Morrison, y mis pies echan raíces a pocos metros de ese escenario pintado en el suelo que a mí me parece que no tiene nada que envidiarle al Royal Albert Hall. […] Por muy paradójico que parezca, Brown Eyed Girl, desde hoy, siempre me recordará a unos ojos azules».

 

 

Alma de blues, de Presuntos implicados

Hay un día en la historia de Laura y Jamie que lo cambia todo. Son solo dos personas que coinciden a diario en la estación de metro cuando la casualidad hace que se queden a solas y Jamie le hace una petición a Laura: que, por una vez, cante solo para él. Y así lo vive:

 


«Esta noche, de la forma más inesperada, en mi sofá hay una chica con alma de blues. […] Y apenas cinco minutos después, cuando nos despedimos algo tímidos frente a las puertas de los dormitorios que no compartiremos, me doy cuenta de que es verdad. De que la música nació vestida de mujer».

 

 

I Dreamed a Dream, de Los miserables, en la versión de Susan Boyle

Laura adora la música, eso ya lo sabemos. Pero tiene una versión muy particular de lo que es el talento, una que no tiene nada que ver con las listas de éxitos, los fans o la fama. Una que se refleja perfectamente en un vídeo que todos hemos visto muchas veces; uno que ella decide compartir con Jamie para que él pueda entenderla mejor:

 


«Jamie y yo nos sentamos muy juntos, con mi móvil apoyado en la mesa de centro y la mirada fija en la pantalla. Pulso play en ese vídeo que lleva más de doscientos millones de reproducciones en YouTube y ni siquiera ha empezado a cantar cuando las lágrimas comienzan a rodarme solas por las mejillas. Es infalible, me pasa cada vez que lo veo… y eso que soy responsable de un buen porcentaje de ese número infinito de visitas. Me emociona todo. Cómo la juzgan de forma injusta al comienzo por su apariencia física. Las caras de asombro cuando suelta ese vozarrón increíble interpretando uno de los temas más bonitos de la historia del teatro musical. La reacción del público, las valoraciones del jurado, su propia emoción.

—[…] Eso es el talento, lo que ella llevaba dentro, no quién la escuchara, qué aspecto físico tuviera o cuántos millones de personas conozcan ahora su nombre».

 

 

Love of My Life, de Queen

Con Love of My Life se cierra Londres contigo, así que no explicaré nada para no hacer spoilers. Laura consigue, a lo largo de las 376 páginas de la novela, que la música hable por ella, así que… voy a darle al play para que la voz de Freddie Mercury sea la que hable de amores que duran toda una vida.

 



¿También vais a escuchar estas canciones en bucle? ¿Las escucharéis mientras leéis el libro? Contadme!

 

1 comentario:

  1. ¡Hola!
    ¡Tengo unas ganas de leerla!
    le sigo a la autora por twitter y voy viendo todos los pedacitos que nos va mostrando del libro y me muero de ganas de leerlo...
    Un saludo
    Yes, we can read together

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