Tú y yo después del invierno, Laia Soler

lunes, 14 de mayo de 2018

tú-yo-después-invierno-laia-solerTítulo: Tú y yo después del invierno
Autora: Laia Soler
Género: juvenil
Editorial: Puck
Sinopsis: 
Qué fácil sería la vida si el amor fuera luminoso y eterno, como prometen los cuentos de hadas. Pero algunos amores aparecen poblados de abismos e incluso tienen fecha de caducidad. Y entonces no hay más remedio que saltar… o salir huyendo.
Desde que regresó a Valira, la ciudad de montaña que la vio crecer, Erin lleva una existencia tranquila y predecible junto a su novio Bruno, un chico ideal, y a sus amigos de toda la vida. En ese mundo que tan bien conoce, Erin consigue mantener a raya la oscuridad que desde la infancia acecha su alma. En Valira, cuenta con un arma secreta: el haya mágica de su jardín, que desde siempre ha guiado todas sus decisiones.
Las primeras nieves, sin embargo, traen consigo nuevas caras y encuentros a la pequeña ciudad de esquí. El invierno lo cubre todo de blanco y de frío… todo, salvo el corazón de Erin, cuyos hielos empiezan a derretirse. Puede refugiarse en la magia del árbol una vez más… o explorar las sombras de su corazón, un territorio incierto y extraño, que nadie salvo ella misma puede conquistar.

Cuántas ganas tenía de volver a Valira porque con Nosotros después de las doce me quedé enamorada de ese pueblecito con todo el encanto del mundo: su carrusel, sus calles, sus leyendas, sus fiestas, los bosques, la nieve, todo conformaba un paisaje difícil de olvidar.

En el libro anterior conocí a Autora y Teo, y ahora le tocaba el turno a la hermana de éste, Erin y menuda historia tiene. Una chica de veinte años que ha pasado años difíciles fuera del pueblo, a quien le cuesta abrirse, que lleva saliendo con Bruno un tiempo pero que no se ha planteado su vida a largo plazo, que prefiere evitar esos pensamientos y concentrarse solo en lo positivo del presente.

Si en el libro anterior había un elemento mágico fundamental, aquí también va a existir. Un elemento con el que Erin comparte sus pensamientos y que le ayuda a tomar todas las decisiones importantes de su vida desde bien pequeña. Por supuesto, en esta primera etapa de adulta seguirá dejándose guiar, pero llegará un momento en que pese más esa parte que quiere rebelarse ante la racionalidad y el proteccionismo.

La vida para Erin es apacible, sin sobresaltos, lleva dos años trabajando en el hotel del pueblo, recibiendo a los forasteros que llegan a trabajar en la temporada de invierno y podrías decir, en un primer momento, que lo tiene todo: un trabajo, un novio, a sus amigos y aunque su hermano esté fuera estudiando, siguen manteniendo una buena relación. Una chica muy inteligente que ha ido teniendo sueños pero no los ha perseguido y que ahora se encuentra casi en modo pausa, dejándose llevar.



Todo comenzará a tambalearse cuando su jefa le propone un cambio: pasar de la recepción a la pista y allí compartirá jornada laboral con Max. Este chico, uno de los forasteros que llega al pueblo, para trabajar, es todo un misterio. Algo mayor que Erin ha acabado sus estudios pero su sueño es otro muy distinto al de ser abogado y poco a poco ambos se irán acercando y compartiendo sus miedos, aunque no todos los sentimientos serán recíprocos. Van intercambiando secretos, deseos, comparten horas, comidas, paseos, anhelos y los capítulos más dolorosos de sus vidas, pero aún con la atracción que sienten podría no ser suficiente para hacer durar aquello que está iniciándose.

Los personajes secundarios, como su amiga Ona, Teo, Aurora, el abuelo Dubois, todos tienen su momento y dan a Erin pequeños toques para que despierte, le hacen saber que están ahí para ella o dan simplemente su opinión.

Tanto Erin como Max son personajes imperfectos y eso es una de las cosas que más me ha gustado. Ambos tienen miedos, muchos, inseguridades, toman decisiones y comenten errores. Sí es verdad que para Erin es más destacable, puesto que es su punto de vista el que conoces pero me ha gustado su evolución, aún con algunas decisiones que toma que no comparto, o al menos, el momento en que las toma, pero muy bien llevado todas sus dificultades, la ansiedad, los miedos, genial. 

Ya lo dije con el libro anterior, y lo sigo diciendo con éste: si buscas un libro para que lo lea un o una adolescente que tengas cerca, los libros de Laia son perfectos. Tienen mensajes muy potentes de ir a por lo que uno desea, de ser sincero con uno mismo, dejar de lado los miedos y arriesgar porque tanto si sale bien como si sale mal, de todo se aprende; que no puedes vivir en una burbuja porque te pierdes la mitad de las experiencias que podrías vivir si te lanzaras y que eres tú mismo quien tiene que tomar la decisión. 

Este libro no es tan romántico como el anterior pero merece la pena. Erin es un personaje con mucho que resolver y te sorprenderá. ¿A quién le apetece un viaje a Valira?

3 comentarios:

  1. Laia Soler me tiene enamorada desde Los días que nos separan y desde entonces espero sus libros como agua de mayo. Este en concreto lo tengo en la estantería desde que salió, pero aún no encuentro el momento de cogerlo. ¡A ver si antes del verano me animo porque tiene muy buena pinta! Muchas gracias por tu reseña.

    Nos vemos entre páginas.

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  2. He empezado a leer el libro y ya me está encantando. Es lo que tiene Laia Soler, crea una historia muy real pero le da ese toque mágico que hace que sus historias sean especiales.
    A ver como continua el libro y como se desenvuelve Erin.
    Me ha encantado tu reseña :)

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  3. No me llama mucho la atencion, lo dejo pasar.

    Saludos

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