Autores: Anna Casanovas
Género: romántica contemporánea
Editorial: Titania
Martina Martí ha visto cómo sus hermanos se enamoraban y ha crecido convencida de que le sucedería lo mismo: conocería al amor de su vida, tendrían que superar algún escollo y al final todo saldría bien. Mentira. El amor no todo lo puede y por eso ahora ella se dedica solo a escribir sobre él, nada de vivirlo: es un sentimiento demasiado peligroso.
Martina tiene una novela a medio terminar y no sabe si logrará publicarla, hasta que un día su editora le hace una propuesta: escribir una biografía y a cambio ella defenderá su historia.
Pero hay un problema, quizá más, pero uno muy grave: el protagonista de la biografía es el chico que le rompió el corazón.
Hay personas que entran y salen de tu vida sin dejar huella y otras que no hay manera de arrancarte del corazón, pero ¿qué sucede cuando el destino te coloca justo delante de esa persona? ¿Te quedas o sales corriendo?
Álex y Marc Martí son gemelos idénticos, aunque por dentro son polos opuestos. Antes eran inseparables, pero hace años que apenas se hablan, hasta que Álex le pide un favor a Marc: hacerse pasar por él en el trabajo.
Marc acepta porque está en deuda con su hermano. El problema es que, mientras se hace pasar por Álex, conoce a Olivia en el Hotel California y se supone que tiene que ayudarla a salvar el hotel que ella ha heredado de su abuelo. Él, que se cree incapaz de ayudar a nadie, por Olivia está dispuesto a intentarlo.
Y en Estados Unidos, Álex, que no sabe qué hacer con su vida, se encuentra con Sara, una chica que tampoco es lo que aparenta y que le demuestra que, a pesar de lo que dicen el resto de hermanos Martí, él también tiene corazón. Lo único que tiene que hacer es atreverse a utilizarlo.
Ni Álex ni Marc pueden fingir eternamente que son otra persona. ¿Qué sucederá cuando tengan que volver a ser ellos mismos?
¡Increíble cuarto libro de los hermanos Martí! Me ha encantado de principio a fin y me atrevería a decir que a falta de leer a Martina, este libro es el más romántico de todos porque las historias de Marc y Álex son de película preciosa que te hace suspirar. El cambio de la primera versión de hace años a esta nueva ha sido sustancial, sobre todo para la historia de Álex y creo que ha sido todo un acierto porque es maravillosa y volver a reencontrarme con Marc, mágico.
El libro arranca con un argumento muy de película Tú a Londres y yo a California porque Álex pide a su hermano gemelo que se haga pasar por él en la lectura de un testamento del que poco sabía; ambos son prácticamente idénticos, a excepción de la cicatriz de Marc, pero ni el notario le ha visto nunca en persona ni la nieta del señor Millán estuvo con él más de diez minutos cuando conoció a este. Marc, desde hace años, está sumido en una espiral peligrosa y lo que menos le apetece es tener que hacerse pasar por su hermano como cuando iban a la facultad, pero Álex habla claro por primera vez y Marc es consciente de que tiene que hacer esto por él.
Marc es veterinario, aunque también tiene la carrera de económicas, y hace años vivió el peor momento de su vida y desde entonces no es el mismo. Acudir a la lectura del testamento del dueño de un hotel de la Costa Brava a quien su hermano conoció justo antes de encontrar su actual trabajo es algo que cree que no le llevará más que un par de horas de su tiempo. Pero no iba a ser todo tan fácil, porque una de las cláusulas del testamento es que Álex ayude a Olivia, nieta del fallecido, a hacer solvente el Hotel California para que no se convierta en una carga para ella.
Olivia Millán no puede creerse que su abuelo haya hecho semejante locura. El hotel, desde que era una adolescente y su madre la dejó a cargo de su abuelo, ha sido su vida entera y los empleados del mismo, su familia; la llegada de Álex (que es Marc) a su vida levanta suspicacias, pero no tiene más remedio que trabajar de forma conjunta si quiere recuperar su hotel y dehacerse de él.
Los primeros momentos están llenos de indiferencia y distancia por parte de Olivia, pero pronto Marc se gana a todos en el hotel con sus ganas de ayudar donde lo necesitan y diseñando un plan de viabilidad que le permita a Olivia salvar el hotel. Entre arreglos y apagar fuegos, se establece entre ellos una cómoda rutina que hace que se vayan viendo con otros ojos, que Olivia se permita vivir más allá de las cuatro paredes del hotel y que Marc vaya haciendo las paces consigo mismo y con lo que ocurrió hace seis años.
Álex, por su parte, no pensó que el cambio de vida que creía necesitar llegara tan pronto y es justo en Las Vegas donde conoce a una chica que pondrá su mundo del revés. Hace parada en la ciudad del pecado antes de ir a San Francisco para cerrar la compraventa de un hotel para la cadena hotelera para la que trabaja, y en un choque fortuito se dejará arrastrar por Sara a vivir auténticos clichés de película: novio falso para acudir a la boda de su amiga y una atracción irresistible.
Sara tampoco pensó que su vida podía cambiar de un momento a otro y justo eso es lo que pasa en Las Vegas, pero no una vez, si no dos, y a partir de esos días, ya nada será igual porque su situación familiar da un vuelco y es difícil gestionar los sentimiento que empieza a tener por casi un desconocido con quien le unirán unos lazos que traen malos recuerdos.
Ambos sufren un gran impacto cuando se encuentran en San Francisco en un entorno laboral y habrá reproches por los dos lados cuando por fin se den cuenta de qué pasó en Las Vegas y cuál es su situación actual, si es tan insalvable como parece o los dos apostarán por hacer crecer eso que existe entre ellos.
Los conflictos están servidos para los gemelos Martí con sus respectivas relaciones incipientes, a lo que hay que sumar el peso de la mochila emocional que arrastran durante años y el enfrentarse a la posibilidad de que pueden perder si lo arriesgan todo. Los líos y enredos no cesan, los encuentros apasioandos y los abrazos que sanan y protegen y, por supuesto, los epílogos, el del propio libro y los capítulos inéditos, simplemente, perfectos, justo lo que esperas de parejas reales para quienes más allá de vivir un amor de película, las dificultades no desaparecen. Hotel California ha entrado pisando fuerte en el top de la familia Martí... y de la autora! Martina, solo faltas tú ;)
3. Dulce locura
Cuando Helena y Anthony se conocen a través de Gabriel y Ágata, saltan chispas, a pesar de ser polos opuestos. Sin embargo, el tiempo de Anthony en Barcelona tiene los días contados porque, aunque su estudio de arquitectura había delegado en él un nuevo proyecto, una llamada de su padre lo reclama para que vuelva a Londres.
Entre la distancia y el secreto que esconde Anthony, su relación queda en un punto muerto.
Ahora Anthony debe averiguar si está dispuesto a ayudar al hombre que lo ha hecho dudar de sí mismo durante toda su vida mientras lucha por recuperar el amor de Helena.
Ecuador de la saga, la historia de la hermana más dulce, pero no por ello la menos fuerte; aquí tiene que lidiar con un chico a quien los demonios del pasado, por mucho que diga que los dejó atrás, vuelven con fuerza y parecen eclipsar todo sentimiento bonito que pudiera estar surgiendo. Tendrás que averiguar cómo hace frente a estas adversidades y cómo se enfrenta a un giro vital imprevisto que se suma al cuestionamiento sobre su propia dirección profesional.
Ya en el libro anterior puedes intuir que entre Anthony, el amigo de Gabriel en inicio y ahora de Guillermo también, ha podido tener algo con Helena Martí, pero no es hasta su libro que ves cómo esos primeros momentos, cuando él está en Barcelona por trabajo, comienzan a salir, a conocerse y parecen tener una bonita complicidad.
Helena está centrada en sus estudios de medicina, pero no termina de ubicarse y no cree que esa sea su verdadera vocación, pero como sí que es un poco cabezota y no quiere dejar las cosas a medias, ella continúa yendo a clase, estudiando, haciendo las prácticas y superando cada examen con nota. La relación con sus hermanos y hermanas es muy buena y ahora, que va conociendo un poco más a Anthony, siente que podrían tener algo más que una amistad. A pesar de tener algunos años menos que él, Helena es una chica madura y afronta los problemas de cara, sean cuales sean.
La vida de Anthony ha sido solitaria, en una palabra. Si no hubiera sido por su niñera, la señora Potts, su infancia y adolescencia habría estado llena de miradas decepcionantes, comentarios hirientes, desprecios y desplantes por parte de su acomodada familia que iban minando su autoestima de forma ineludible. La única persona que estuvo a su lado fue Miriam Potts y fue ella quien lo ayudó cuando más lo necesitaba. Pronto se dio cuenta de que no aprendía como los demás niños y eso fue siempre un motivo de vergüenza para su familia, sin embargo, él fue superando cada curso hasta llegar a ser el arquitecto que es hoy.
Toda su historia la vas conociendo poco a poco y entendido las reticencias que tiene, los problemas de confianza y por qué no quiere acercarse demasiado a nadie. Todo esto parece no tener importancia cuando conoce a Helena y se queda prendado. Podría decirse que es un flechazo continuado, porque de ese primer fogonazo intenso, pasa mucho tiempo hasta que pasan a ser algo más, podría decirse que hay más slow burn que otra cosa.
Y esto ocurre porque Anthony ve toda su vida desestabilizada por una llamada: su padre, después de años de silencio, le exige que regrese a Londres porque, según sus palabras, puede que por fin resulte útil. No voy a contarte mucho más porque parte de conflicto interno de Anthony proviene de las consecuencias que se derivan de esa llamada y lo que supone para su vida profesional y personal.
Puede que te parezca una historia sencilla al principio, pero irás viendo cómo se va complejizando en el afán de superación del Anthony adolescente, la soledad que siente de adulto, cómo parece encontrar su sitio junto a Helena y cómo la lucha por mantenerlo es inevitable, aunque pudiera no ser sufiente. Ella, como decía al principio, me ha parecido un personaje muy fuerte en su aparente fragilidad que parece no temer a nada! Su vida también se verá totalmente alterada, verás el giro que te espera en este libro. Aún quedan dos libros, tres hermanos... hay familia Martí para rato aún :)
Guillermo Martí está harto de ser el malo de la película. Quizá ha pasado demasiado tiempo con sus hermanas, porque empieza a creer que tienen razón y que su trabajo le está chupando el alma. Quizá ha llegado el momento de hacer una pausa y tomarse esas vacaciones. En cualquier caso, lo decidirá cuando termine el proyecto que lo ha llevado a Nueva York. Si hubiese podido descansar en el vuelo, tal vez lo vería todo más claro, pero la chica que iba sentada detrás le ha hecho la vida imposible.
Emma Sotomayor ha decidido convertirse en otra persona. Tal vez no sea muy valiente y tal vez debería enfrentarse a sus miedos, pero ha decidido hacer todo lo contrario y mudarse a otro continente para convertirse en cocinera. Nada de compromisos ni complicaciones, solo cocinar. Pero nada más bajar del avión se topa con la primera complicación: se ha llevado la maleta equivocada.
Guillermo y Emma no podrían ser más distintos y no puede decirse que hayan empezado con buen pie. Quizá, como en las recetas de Emma, ella y Guillermo sean dos ingredientes que no deben mezclarse.
O quizá llevarse el uno la maleta del otro sea justo lo que necesitan para que sus vidas cambien de verdad.
No me escondo: Guillermo es mi hermano favorito y tras esta nueva relectura... ¡lo sigue siendo! Esta historia tiene un algo especial, paseos por Nueva York, un desarrollo muy audiovisual y una burbuja que crean Emma y Guillermo que explota inevitablemente, pero qué bonita es la reconstrucción. Este libro habla de hacer crecer una chispita porque ninguno siente un flechazo fulminante, si no más bien un poquito de animadversión al comienzo, pero el destino hace de las suyas y a fuerza de encontrarse, ellos hacen el resto.
Guillermo está cansado de su ajetreada vida. No encuentra ya la motivación que sentía en viajar alrededor del mundo asesorando a empresas en fusiones y adquisiciones, en vivir en hoteles y en tener relaciones esporádicas que no llevan a nada. Se ha dado cuenta de que quiere lo que acaban de conseguir su hermana Ágata y su amigo Gabriel: alguien con quien compartir un día a día en su ciudad natal y un ritmo de trabajo que le permita estar más centrado en el cliente y no tanto en el beneficio.
El vuelo a Nueva York, uno que ha hecho miles de veces, resulta ser una tortura, aunque la chica que le hace el viaje de lo más incómodo se convertirá en todo un enigma que quiere resolver porque además de que con ella no funcionan sus encantadores sonrisas, no parece estar dispuesta a nada de nada, aunque pronto verá que las señales serán, cuando menos, confusas y él se encontrará entre el deseo de claudicar ante algo que no es del todo lo quiere y alejarse para evitar futuros sufrimientos.
Emma está en plena huida hacia adelante tras tener una epifanía de lo que podría ser su vida si no virara de forma radical. Sus padres, eminentes médicos, no han sido todo lo cercanos que hubieran querido ella y su hermana, y lo cierto es que iba por el mismo camino: una consagración absoluta a la medicina que no dejaba tiempo para nada más allá. La admisión en un prestigioso curso de cocina en la Gran Manzana le hace dejarlo todo y comenzar de nuevo, y todo comienzo arranca con un viaje y este, en concreto, será en el avión en el que también vuela Guillermo.
Pronto se da cuenta de que Guillermo tiene madera de converstirse en algo más, algo que no está dispuesta a permitirse porque primero tiene que recomponerse y pensar en ella misma; aunque reconsidernado sus opciones, si accede a pasar más tiempo con él, será en su propio beneficio... razonamiento sin fisuras, ¿verdad?
Como decía al principio, la ciudad de Nueva York, aquí, es mágica, porque no solo recorres con ellos las zonas más turísticas, muy al estilo de la película Antes del amanecer, si no también una cotidianeidad que los lleva a una verdadera ilusión y que no afrontarán de igual manera, pues están en momentos distintos y, a veces, el amor y la atracción no lo pueden todo. Enfrentarse a los miedos, la valentía de elegirse a uno mismo, la familia y la atracción son solo algunos de los temas que trata Anna en este segundo libro de la serie.
Leer estas novelas es zambullirte en historias de amor muy reales que han sorportado a la perfección el paso del tiempo y que tienen la misma frescura ahora que entonces. Sería mejor que las leyeras en orden, pero si das primero con Guillermo, no dudes de que disfrutarás de la anterior, Nadie como tú, y que descubrirás un epílogo magistral que me ha mantenido en vilo hasta el final finalísimo!!
Tras romperse la pierna y perder el trabajo mal pagado que tenía como diseñadora gráfica, Ágata Martí no tiene más remedio que asumir que no sabe qué está haciendo con su vida. Tal vez por eso decide seguir el consejo de Guillermo, su hermano mayor, y mudarse a Londres una temporada. Guillermo ha pedido un favor y Ágata tiene un lugar donde instalarse y un trabajo esperándola.
El problema es que el favor se lo ha pedido a Gabriel.
Ahora Gabriel Trevelyan trabaja de periodista en Londres, pero de pequeño solía refugiarse en casa de la familia Martí para huir de las discusiones de sus padres y fingir que sabía lo que era querer a alguien. Por eso es incapaz de decirle que no a Guillermo, aunque eso signifique volver a ver a Ágata.
Para Ágata, Gabriel fue el chico que le dio el beso más inocente del mundo.
Para Gabriel, Ágata fue y es algo mucho más complicado.
¡Los Martí están de vuelta! Con unas portadas de ensueño, con capítulos finales inéditos a modo de epílogos y, lo que es más importante, con la salida de la historia de Martina, por la que muchas hemos esperado años. Esta es la tercera lectura que hago de la historia de Ágata y Gabriel y me sigue pareciendo tan bonita y dulce como la primera vez. Siempre será muy especial para mí porque, aunque no es mi favortia de los hermanos, sí fue la novela con la que conocí a Anna como escritora y con la que empecé en la novela romántica cuando solo publicaban autoras extranjeras. Sin ninguna duda os la recomiendo, veréis mucho por aquí estos libros porque estoy haciendo relectura de todos ellos hasta que llegue Martina, la gran esperada entre las novedades esperadas de todos los tiempos, pero hasta que eso llegue, os hablo de Ágata.
Ágata es una joven barcelonesa que ha crecido siendo la segunda hermana de una familia numerosa donde no ha habido conversaciones tabú y donde todos estaban enterados de la vida de todos. Su hermano mayor, Guillermo, tenía un mejor amigo, Gabriel, que pasaba mucho tiempo en su casa y que, de alguna forma, marcó su infancia y adolescencia como esa figura inalcanzable que siempre estaba ahí pero que nunca se convertiría en nada más allá de casi un hermano. Hoy, en la veintena, Ágata no termina de encontrar su lugar y después de una de sus desafortunados despistes que tuvo consecuencias catastróficas, decide seguir el consejo de su hermano y mudarse a Londres por unos meses para adquirir experiencia y replantearse el rumbo de su existencia. ¿El inconveniente? Gabriel le abrirá las puertas de su casa y le dará una oportunidad laboral, pero nada de eso tiene que revivir sentimientos enterrados y olvidados hace años.
Gabriel lleva media vida viviendo en Inglaterra, después de un traumático divorcio de sus padres, dejó Barcelona y se mudó, junto con su padre, a la tierra de este; sin embargo, pronto su padre dejó de ser una figura referente y sumido en su desesperación, pasó a ser una sombra de lo que fue y es su abuela quien lo ha criado. Hoy, siendo editor jefe de una prestigiosa revista, no puede decir que no al favor que le pide su amigo Guillermo y consigue un puesto de diseñadora gráfica a Ágata en la revista y accede a que compartan casa, pues solo serán unos meses, aunque cuando vuelven a verse no imaginó que la adolescente que dejó atrás se haya convertido en una mujer que le atrae tantísimo.
Como podrás imaginar, los roces son inevitables y la multitud de escenas juntos y con los compañeros de trabajo dan el tono perfecto de novela romántica donde va cociéndose la relación poco a poco con importantes picos de explosión física porque ojo la química entre estos dos, aunque los miedos de Gabriel son difíciles de doblegar, por lo que Ágata pondrá todo su empeño.
Al lío que tiene Gabriel en su cabeza y su corazón, se suma una trama laboral de robo de artículos, lo que pone en jaque a todos en la revista y la preocupación por la filtración no hace más que aumentar. Todo va a entrelazarse y ninguna escena es al azar, por lo que según avanza irás viendo cómo todo va confluyendo hasta el gran conflicto.
Ha sido perfecto volver a esta historia, la cual he marcado lugares, frases, escenas. El cliché del mejor amigo del hermano mayor está presente, así como pinceladas de las dinámicas familiares, un prólogo muy potente, protagonista valiente que a pesar del desastre que pueda pensar que es su vida sigue adelante y un prota lleno de miedos y de cuentas pendientes con su pasado que tiene que resolver antes de darse al cien por cien. No dudes ni por un momento que los Martí se convertirán en parte de tu familia literaria.