Laura Maqueda presenta...La noche que bailamos juntos

martes, 26 de febrero de 2019

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En menos de una semana, el 4 de marzo, podremos disfrutar de la nueva novela de Laura Maqueda y no puedo estar más contenta porque conozcáis un poco más a Jason y Chloe. Además, desde ayer está disponible un relato gratuito donde todos sus personajes se conocen, es maravilloso! Busca en las redes sociales de la autora y descárgalo.

De momento, una pequeña escena en un enclave de ensueño. Gracias Laura por hacer cada historia única y especial.


LA CITA PERFECTA DE JASON Y CHLOE
—Por nosotros —anunció Chloe alzando el vaso de Starbucks que sujetaba entre las manos—. Y por todo lo que está por venir.
La pajita del frappuccino de Jason chocó contra la de Chloe cuando los dos brindaron.
—Por ti y por mí. Y por la noche que bailamos juntos.
Ella soltó una risita al recordar el momento cuando se conocieron. Le parecía todo tan lejano… Y sin embargo, su historia no había hecho más que comenzar.
Después de disfrutar de un agradable día en la playa de Venice Beach y antes de poner rumbo a la rutina que los esperaba en casa, los dos decidieron pasear por la pintoresca zona de Grand Canal. El lugar tenía un encanto especial, rodeado de todos aquellos canales que hacían recordar a la Venecia italiana. El sol, que en aquellos momentos se ponía en el horizonte, otorgaba un halo mágico sobre las acogedoras casas y senderos que se arremolinaban en torno al vecindario.
Con los brazos apoyados sobre la madera blanca del puente en el que Jason y ella se encontraban, Chloe preguntó:
—¿Alguna vez has pensado en la idea de acostarte con algún famoso?
Jason, al escucharla, se atragantó con la nata de su bebida —ya se inventaría luego una coreografía para eliminar todas esas calorías— y la miró con gesto horrorizado.
—¿Aún no han publicado nuestra novela y ya quieres cambiarme por otro?
Divertida, Chloe chascó la lengua y lo empujó suavemente con el hombro.
—No seas bobo. Solo digo que en algún momento de sus vidas, todo el mundo ha fantaseado con meterse en la cama con un famoso. Por ejemplo: yo siempre me he imaginado teniendo una cita con Hugh Jackman. Que me recogiera en una limusina vestido de época, como en la peli de Kate y Leopold, que fuéramos a cenar a la terraza de un bonito restaurante, todo iluminado con velas, y después, al llegar a su hotel, él me…
—Para, para —le pidió Jason haciendo una mueca con la cara y dejando a un lado su frappuccino—. Creo que no quiero seguir escuchando. Hugh Jackman… —masculló.
Chloe rio a carcajadas.
—¿Y tú? Venga, dime qué chica es tu cita perfecta.
—Mñe… —farfulló Jason para restarle importancia—. No lo entenderías.
—¡¿Cómo que no?! —se ofendió Chloe—. Seguro que es Beyoncé. ¡O mejor! Scarlett Johansson; sé cuánto te gusta esa actriz y…
—Para, Chloe —la cortó él. Girándose para hacerle frente, tomó las frías manos de ella entre las suyas y las frotó para hacer que entraran en calor—. Eres tú —le dijo, mirándola a los ojos—. Tú eres mi cita perfecta. No me importa el lugar, los planes o lo lujoso que sea el sitio adonde vayamos. No me importa nada de eso mientras que sea contigo.
Emocionada por sus palabras, Chloe se mordió el labio inferior para tratar de contener un puchero. Ese hombre hacía pedazos todo aquello que ella había planificado para el resto de su vida. Con él podía ser espontánea, soltarse el pelo y… «Vivir», pensó. Ahora por fin podía ser feliz.
—¿Sabes una cosa? —le dijo Chloe, entrelazando sus dedos a los de él—. Me gustas más ahora que al principio.
Él le dedicó una irresistible sonrisa ladeada.
—¿Y eso por qué?
—Porque te conozco. Porque al fin sé todos tus secretos. Me he aprendido todos tus gestos y hasta la forma en la que te mueves sobre el escenario. Y porque por fin también sé lo que quiero y quién soy en realidad.
Acortando la escasa distancia que los separaba, Jason apoyó su frente en la de ella y, con las narices rozándose, susurró:
—También tú me gustas más ahora. Me gusta verte más serena, más segura de ti misma, de nosotros. Me gusta escuchar tu risa, esa que antes apenas aparecía. Gracias por no rendirte.
Ella le dio un besito en la mejilla.
Al otro lado del canal, cinco chicas se reían a carcajadas mientras presumían de los tatuajes que acababan de hacerse a juego en sus muñecas. Una estrella, oyó Chloe que decían. Tras ellas caminaba una perrita pequeña de color marrón, que movía feliz la colita sin apartar la vista de las muchachas.
—¿Crees que un grupo como ese estaría dispuesto a leer nuestra historia?
A regañadientes, Jason la soltó y se giró para mirar a las amigas.
—¿Por qué no? —preguntó—. Parecen simpáticas. ¿Te parece si nos acercamos y les hablamos de la novela?
Chloe parecía un poco indecisa.
—¿Estás seguro?
—Por intentarlo… —rodeándole la cintura con un brazo, la instó a caminar a su lado—. Queda muy poco para que todo el mundo sepa de nosotros. Es hora de salir a la luz.
—Juntos. —le dijo ella, con una sonrisa en los labios.
—Juntos. —le aseguró él.

Contando los días para conocer cómo han llegado hasta aquí y descubrir por todo lo que han pasado. De momento, ¿has leído la sinopsis?:

Tras pasar por una dolorosa y complicada ruptura, Chloe se refugia en el trabajo. Pero cuando su último proyecto fracasa de forma estrepitosa, todos sus sueños y esperanzas se vienen abajo. Ni siquiera la inminente fiesta de despedida de soltera de su mejor amiga consigue animarla hasta que… 
Jason es un hombre hecho a sí mismo; desde muy joven ha luchado por conseguir labrarse un futuro en el mundo de la danza, y aunque la vida se ha empeñado en colocarle varios obstáculos a lo largo del camino, él jamás ha perdido la sonrisa. Tiene muy claros sus objetivos y no permitirá que nada ni nadie lo aparte de ellos hasta que… 
Una fiesta. Un grupo de strippers. Unas copas de más.
Pero ni Chloe ni Jason van a dejar que sus planes se vayan a pique por una noche de pasión. Salvo que el destino los sorprenda volviendo a unirlos de la forma más inesperada…

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