Los mejores años, Kiley Reid

jueves, 25 de marzo de 2021

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Título: Los mejores años

Autores: Kiley Reid
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Suma
Sinopsis:

¿Qué sucede cuando haces lo correcto por el motivo equivocado?

Emira Tucker tiene veinticinco años, está sin un duro y no tiene ni idea de qué hacer con su vida. Cuando una noche la detienen en la tienda del barrio acomodado de la familia para la que hace de canguro, acusándola de haber secuestrado a la pequeña Briar, no le cabe duda de que el motivo es el color de su piel. Aunque quiere pasar página lo antes posible, las buenas intenciones de su jefa, Alix, que está dispuesta a lo que sea con tal de ayudarla, no van a permitírselo.

Alix Chamberlain siempre consigue lo que se propone y su trabajo consiste en enseñar a otras mujeres a hacer lo mismo. No es consciente del privilegio que le otorgan tanto su dinero como el ser blanca y la vida de Emira es lo más interesante que le ha pasado en los últimos meses.

Cuando ambas mujeres descubren que tienen mucho más en común de lo que creían, su forma de ver el mundo que las rodea, e incluso a sí mismas, da un vuelco que pone sus vidas patas arriba.


Esta historia me ha fascinado. Bien podría ser el resumen de esta reseña porque es un libro que, aparentemente, solo habla de racismo pero que trata muchos más temas y te hace ir avanzando y cambiando de opinión sobre algunos de los personajes porque nada es tan absoluto como parece y los matices son importantes.

 

El inicio del libro es de esos que te enfandan y mucho porque lo que vive Emira es una injusticia que tiene como explicación el color de su piel. Esta veinteañera negra es la canguro de Briar, una preciosa niña blanca, inquieta e inteligente a la que adora, pero su trabajo a tiempo parcial con la familia Chamberlain y las horas que trabaja de transcriptora en el Partido Verde de Filadelfia no le bastan para alcanzar una seguridad laboral y una estabilidad vital que parecen haber encontrado todas sus amigas.

 

Una noche de septiembre, cuando Emira está celebrando el cumpleaños de una de esas amigas, recibe una llamada de su jefa para hacerse cargo de la pequeña Briar durante un rato, lo que no esperaba que pudiera cambiar tanto su vida. El tiempo que pasa con la niña en el supermercado, mientras los padres de esta arreglan el incidente que ellos mismos han sufrido, no parece tener nada de especial, pero el color de sus pieles hace que el guardia de seguridad desconfíe de ella y tenga que enfretarse a un desagradable y racista episodio. Toda esta secuencia es grabada por un chico que también estaba allí y que cuando todo se aclara se acerca a Emira para animarla a que publique el vídeo donde, claramente, se expone la retención arbitraria que acaba de sufrir.


Kelley es el chico que presenció todo esa noche y que, días después, como si fuera obra del destino, se volverá a encontrar con Emira y surgirá entre ellos una relación que, por momentos, parece ser perfecta. Kelley es un chico blanco pero muy concienciado con el racismo que viven sus amigos negros. Ve en Emira, algo menor que él, a una chica preciosa e inteligente que aún está buscando su lugar y quiere formar parte de ese proceso.


Por su parte, Alix Chamberlain, la madre de Briar, es una mujer hecha así misma a pesar de provenir de una familia que se lo pudo dar todo. Ha hecho de la palabra escrita y de las cartas cuidadas y personales su seña de identidad y se dedica a eso, a motivar a otras mujeres para que alcancen sus objetivos. Su vida en Nueva York era todo lo que una vez deseó, pero conocer a Peter y lo rápido que se desarrolló todo, para lo que ella hubiera querido, le hace decidir mudarse a Filadelfia. El episodio del supermercado supone un punto de inflexión para Alix, que se propone como objetivo personal ayudar a Emira a conseguir lo que quiera, guiarla en ese camino y llegar a ser su amiga.


Estos tres personajes conforman un triángulo muy interesante, situándose en medio Emira y teniendo a Alix a un lado y a Kelley a otro. Las buenas intenciones de todos son manifiestas, pero la línea que separa eso mismo de la manipulación es muy fina. Es por esta dualidad que se mantiene en buena parte de la novela por lo que me enganché tanto porque cada uno de los personajes tienen luces y sombras. El pasado de todos ellos, sobre todo de Alix y Kelley es un pilar fundamental para ellos en la actualidad porque conforma quienes son hoy día y sin el cual es difícil entenderles.


Toda una declaración de intenciones por parte de la autora, una historia sobre descubrirse a una misma, tener la paciencia necesaria y el apoyo de aquellos a quienes les importas para tomar las decisiones que más te convengan; conocer todas las facetas de una persona para formarte una idea precisa de cómo es y una denuncia clara al racismo que muchas personas siguen sufriendo, hechos y actitudes que hacen daño a los demás y que no son del todo conscientes porque esa discriminación parece estar aceptada socialmente.


Los derechos audiovisuales de esta novela ya se han vendido y no puedo esperar a saber más de este proyecto, los actores y, por supuesto, la adaptación porque cada matiz es importante, cada pensamiento y acción y un final magínifico a la altura del desarrollo de la novela. Una lectura imprescindible que hará que sigas pensando en ella durante mucho tiempo y sobre la cual necesitarás comentar cada una de las escenas.

 

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