Viajando a...Alaska

martes, 19 de febrero de 2019












En el mes más frío del año, vámonos a Alaska! Bien abrigados y a sentir mucho con esta historia de Kristin Hannah, The Great Alone en inglés, Volverás a Alaska en castellano. Esta autora se ha convertido por derecho propio en una de mis favoritas y que voy a recomendar siempre porque si no te emocionas con sus historias, vas a tener que hacértelo mirar ;)

En esta ocasión va a situar la acción en los 70 y en una de las regiones más remotas del planeta. Si bien, supongo, los centros de población más grandes habrán evolucionado hasta ponerse al nivel de cualquier otra gran o mediana ciudad americana, estoy segura de que en la mayoría del estado se sigue viviendo en unas condiciones parecidas a como se ha venido haciendo desde hace décadas.

Esa sensación de naturaleza salvaje, de alerta permanente, de imprevisibilidad, seguirán estando ahí.

<<A medida que pasaba los largos días de verano, la inquietud de Leni fue desapareciendo. El verano en Alaska era pura magia. El país del sol de medianoche. Ríos de luz. Días de dieciocho horas con apenas un breve anochecer que separaba uno del siguiente.
Luz y trabajo. Así era el verano en Alaska.>>

La marcha de la familia de familia de Leni hasta Alaska supone un choque porque tendrán que aprender a vivir de una forma nueva, donde lo fundamental será saber enfrentarse a la natuaraleza y apoyarte en la comunidad. 
A lo largo de toda la novela vas a poder encontrar descripciones del paisaje como estas:

<<Pese a las fotografías que había visto y a todos los artículos que había leído, Leni no estaba preparada para la belleza salvaje y espectacular de Alaska (...). La bahía de Kachemak era un manto de plata repujada bajo la luz del sol. Los barcos salpicaban la bahía. El aire olía a la sal del mar. Las aves de la costa flotaban en el viento, bajando y elevándose sin esfuerzo.
La famosa restinga de Homer sobre la que había leído era un dedo de tierra de siete kilómetros que se encorvaba hacia el interior de la bahía. Un colorido revoltijo de casuchas se asentaban sobre pilares en el borde del agua, dándole aspecto de feria: un lugar donde los viajeros aventureros harían su última parada para llenar sus mochilas antes de adentrarse en los bosques de Alaska.>>

Pasan muchos años allí, adaptándose al principio, viviendo momentos complicados, disfrutando de intervalos de paz y en cada estación, la naturaleza sorprende y enamora.



 
<<Los colores eran espectaculares, saturados. Al otro lado de la bahía azul, las montañas Kenai se elevaban como si hubiesen salido de un cuento de hadas, dientes blancos como de una sierra que subían hacia el cielo azul. En algunos sitios, los laterales inclinados de los glaciares eran del color azul claro de los huevos de petirrojo.
Las montañas se extendían tragándose el horizonte. Picos blancos esparpados estriados por grietas negras y glaciares turquesa.>>


 


Si aún no has leído este libro, no lo dudes más porque como te decía al principio, más allá de esta ambientación maravillosa, la propia Leni lo reconoce en un momento dado, lo mejor son las personas, las relaciones que van creándose entre unos y otros y a todo lo que da lugar.

<<Dios, cómo le gustaba ese lugar. Le encantaba la ferocidad salvaje de Alaska, su majestuosa belleza. Aún más que la tierra, le encantaba la gente. No se había dado cuenta hasta ese preciso momento de lo profundo que era su amor por Alaska.>>

Yo, que soy una urbanita convencida, me encontré en varios momentos con la curiosidad de saber cómo serían las sensaciones que describe Leni con respecto a todo lo que la rodeaba, ese decorado como de película, tan perfecto y que tanta paz aporta pero a la vez puede suponer el mayor peligro que puedas vivir si no prestas atención.

Ya sea por el paisaje o por la historia en sí, te recomiendo esta novela de Kristin Hannah, no defrauda nunca.

volveras-a-alaska-kristin-hannah
 

2 comentarios:

  1. Hola!! Justo hoy he visto este libro en una librería y me ha llamado la atención y aún más al leer tu reseña!
    Besos!!

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  2. ¡Hola! Me pareció una maravilla de libro. Es muy duro pero merece la pena leerlo. Un besote :)

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