Fuego en el cuerpo, J.R.Ward

Título: Fuego en el cuerpo

Autora: J.R. Ward

Género: romántica contemporánea

Editorial: Phoebe

Sinopsis:

Anne Ashburn es una mujer consumida por un amargo pasado, tanto por su truncada carrera en el Cuerpo de bomberos de New Brunswick como por la obsesión que siente por el chico malo del departamento, Danny McGuire. Tomar una arriesgada decisión en un incendio cambia su vida para siempre y debe reinventarse, tanto en lo laboral como en lo personal.

Danny McGuire es el mejor bombero del Cuerpo, pero tiene un problema: siempre actúa sin pensárselo dos veces, y esa impulsividad se ve acrecentada cuando, debido a temas personales, comienza a asumir riesgos innecesarios…

A pesar de sentirse destrozada, Anne emprende una nueva carrera como investigadora de incendios; aunque no cree que pueda llegar a sentir la misma pasión que la invadía cuando tenía que enfrentarse al fuego, una serie de incendios sospechosos en la ciudad despierta en ella la motivación que andaba buscando. Cuando Danny comienza a ayudarla en un caso, el pasado y el presente de ambos colisionan sin control.

Danny y Anne tienen algo en común: ambos llevan el fuego en el cuerpo, y deberán descubrir juntos si las llamas que los consumen por dentro cuando están juntos llegarán a ser tan intensas como las que han tenido que combatir en sus vidas.

Desde que la editorial anunció que iba a publicar a J.R. Ward en España yo estaba tan emocionada que no veía el día de poder adentrarme en esta historia. Soy muy fan de la autora, muchísimo. Su saga paranormal, La Hermandad de la Daga Negra, fueron los primeros libros de romántica paranormal que leí y para mí son lo más. Aquí vas a encontrar una contemporánea con unos toques de investigación, muchísima adrenalina y, como ya es marca de la casa, unos personajes tremendamente complejos y que se salen fuera de la norma.

Tengo que destacar un comienzo frenético lleno de acción porque Anne y Danny son bomberos y arrancan yendo a un incendio declarado en unos almacenes abandonados. Todo es rapidez, peligro, sensación de ahogo y una gran escena donde puede verse cómo son, las decisiones que deben tomar y cómo eso les afecta en el futuro más inmediato.

Anne es hija y hermana de bomberos y en un mundo eminentemente masculino ha encontrado su sitio, a su familia; es una mujer que no teme el peligro y que sopesa las consecuencias de sus actos quizá un poquito demasiado tarde porque primero actúa y más tarde se enfrenta a esas consecuencias. La relación con su compañero, Danny, parece que ha dado un paso adelante recientemente pero no es alguien que hable mucho de sus sentimientos y tampoco podría decirse que hayan ido más allá de una sola noche, aunque la tensión se siente en el ambiente.

Danny, de ascendencia irlandesa, comparte piso con tres de sus compañeros, aunque por unas razones u otras se ha ido quedan solo y se encuentra en una situación nueva para él: los sentimientos que ha desarollado por Anne son muy fuertes pero no sabe muy bien cómo actuar. Siempre ha sido un hombre de acción, adicto a la adrenalina y hablar de esas emociones y sentimientos no está en lo más alto de sus prioridades.

Como te decía, en las primeras cincuenta páginas no puedes parar casi ni para respirar y vas notando la opresión creciente con la que la autora describe el ambiente y la tesitura en la que se encuentran. Esa noche marcará un antes y un después en sus vidas, sobre todo para Anne, quien tendrá que redireccionar su carrera profesional, pero las consecuencias psicológicas para Danny también son notables.

Puedes imaginarte cómo es para Anne ver su vocación destruida, cómo eso cambia la percepción de sí misma y cómo tiene que adecuarse a su nuevo puesto como investigadora de incendios, y aunque puede considerarse que sigue vinculada al cuerpo de bomberos, su trabajo comienza cuando sus antiguos amigos ya se han ido. En ese nuevo trabajo entra por la puerta grande porque comienza a atar cabos sobre una serie de incendios que parecían fortuitos pero puede que no lo fueran tanto; esta investigación pondrá nerviosos a hombres poderosos y el peligro al que se exponga podría ser incluso mayor que cuando era bombera.

Por su parte, Danny, tendrá que encontrar la forma de volver a ser él mismo y decidir si lucha por Anne, se enfrenta a lo ocurrido aquella fatídica noche y reconduce su vida o sigue la senda kamikace que está recorriendo desde entonces.

La ambientación es impecable, muestra el funcionamiento de una estación de bomberos de una pequeña ciudad cercana a Boston, tan diferente de cómo son en España, cómo es fundamental la formación en asistencia sanitaria básica, la precariedad en muchos aspectos por cuestiones de influencias o agendas políticas y por encima de todo, una psicología de ambos personajes protagonistas muy bien perfilada: la adicción al riesgo, la insubordinación, la culpa, la aceptación, el empuje para seguir adelante. Además, la aparición de cierto perrito terminó de robarme el corazón.

Puedo asegurarte que lo leerás en 24 horas. Es adictivo y emocionante hasta el extremo, los protagonistas son tremendamente complejos y tienen su propio desarrollo individual además de las interacciones que tienen juntos. Y si el comienzo es pura adrenalina no creas que el final se queda atrás, menudo giro de los acontecimientos!

Este libro es autoconclusivo y es el primero de una serie; la autora aún no ha escrito más pero espero que no tarde mucho en dar más noticias sobre los siguientes libros y sobre quienes serán los protagonistas.