Cuando ya no queden más estrellas que contar, María Martínez

lunes, 13 de septiembre de 2021

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Título: Cuando ya no queden más estrellas que contar

Autores: María Martínez
Género: romántica contemporánea
Editorial: CrossBooks
Sinopsis:

¿Cómo se ignora lo que late en tu interior?

¿Cómo se recupera el rumbo de una vida trazada por una mentira? 

Desde muy pequeña, Maya se ha sacrificado en cuerpo y alma por el ballet. Trabaja como solista en la Compañía Nacional de Danza y los ballets más prestigiosos han puesto sus ojos en ella. Sin embargo, un grave accidente acaba con su futuro prometedor.

El único mundo que Maya conoce se ha derrumbado.

Su abuela, que ha guiado cada uno de sus pasos, la culpa por lo sucedido.

La ausencia de su madre pesa más que nunca.

Y un hallazgo fortuito abrirá una profunda herida.

Un viaje inesperado, una chica incompleta y una verdad escondida en una caja de música.

A veces, dejar que suceda es todo lo que necesitas.


Nuevo libro de María Martínez, nuevo viaje, nuevos personajes y una recta final emocionante que te lleva hasta el límite. Una vez más nos regala un personaje protagonista femenino que tiene que lidiar con algunos miembros de su familia que le han hecho más mal que bien, que tiene que buscar su lugar en el mundo cuando creía saberlo desde siempre y una chispa inesperada que da un nuevo color a esa bifurcación en su camino.
 
 
Maya es una joven madrileña cuyo futuro en la danza está a un paso de cambiar. Con una vida llena de sacrificios, de limitaciones, de focalizar todos sus esfuerzos en lograr objetivo tras objetivo hasta llegar a lo más alto, tras un desafortunado accidente, todo está a punto de desmoronarse. Y podrías pensar que el cambio de rumbo es algo que ninguno controlamos, que las cosas pueden pasar por azar y lo sería en el caso de Maya, pero lo que vas a ir descubriendo poco a poco es que lo que era una diversión de pequeña, con el tiempo, se convirtió en esclavitud por culpa de la rigidez de su abuela, por tanto, dejar la danza quizás le suponga más un alivio que una depresión. Con su carrera finalizada, la pérdida de referentes se acrecenta porque si solo sabe bailar y ya no puede hacerlo... ¿quién es?, ¿qué va a hacer el resto de su vida?
 
 
No hay ningún tipo de respiro para ella y sientes esa angustia, esa asfixia, de no disponer ni de tiempo ni de espacio para reflexionar, para descubrir qué le gusta y qué no y cómo va a encauzar su vida. Para añadir ese punto extra de desconcierto, el descubrimiento de una foto de su madre, de hace años, junto con un chico, hace que se replantee si todo lo que le dijo su madre desde siempre es toda la verdad o hay algo más.
 
 
En un impulso, Maya llena una maleta y una mochila y se lanza a un viaje lleno de incertidumbres, que puede cambiar su vida y la de mucha más gente, pero que no puede evitar hacer porque necesita que todas las verdades se desvelen. Su abuela, con su frialdad característica es un personaje complicado, incapaz de entender sus motivaciones o más bien los medios usados para conseguir sus objetivos; todo lo contrario que su abuelo, un hombre también con parte de responsabilidad en toda la situación vivida pero que quiere enmendar en cierta medida el daño realizado por terceros; y su madre, esa mujer que logró escapar del control materno pero que dejó a su pequeña hija a merced de los sueños frustrados de una mujer que solo pensaba en ella misma.
 
 
Sorrento es el escenario de cuento en el que se desarrolla prácticamente todo la novela y donde ves a Maya pensar, sentir, lanzarse y callarse muchas cosas que le explorarán en la cara cuando menos espere. Allí conocerá a Lucas, un español que también huyó de su vida en cierta manera y que encontró en una pequeña villa un grupo de gente de lo más variopinto que adormeció esos miedos y angustias que arrastraba. Al ser Maya en primera persona quien cuenta todo el libro, conocer a Lucas es un poco más complicado. Quitando un par de acciones por su parte con respecto a la protagonista que no me han gustado, sí es un chico que aporta a Maya justo lo que necesita en ese momento, aunque no creas que ella única que tiene que trabajar en sí misma, él tiene mucho que resolver para poder ofrecer una solidez a largo plazo.
 
 
Una huída hacia adelante en busca de respuestas que abre nuevos horizontes. El mar, las callejuelas, las vocaciones retomadas y los gustos descubiertos, la atracción, la familia que eliges, el perdón... Todo esto vas a encontrar entre estas páginas. Sufrirás con Maya pero también te emocionarás de forma muy positiva con ella porque va descubriendo sus fortalezas y las va defendiendo de forma admirable.
 

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